Las exportaciones de China en agosto crecieron un 7,9% con respecto al mismo mes de 2017 y las importaciones lo hicieron en un 18,8%. De esta manera, el gigante asiático logró aún mayor superávit comercial con Estados Unidos ese mes, lo que indica que la guerra de aranceles con Washington no ha afectado excesivamente a Beijing.
Según los datos publicados por la Administración General de Aduanas de China, entre enero y agosto de 2018 el país aumentó su comercio exterior un 9,1% interanual hasta los 19,43 billones de yuanes (2,85 billones de yuanes). Las exportaciones en esos ocho meses crecieron un 5,4% frente al periodo enero-agosto de 2017, hasta los 10,34 billones de yuanes (1,51 billones de dólares), mientras que las importaciones subieron un 13,7% para totalizar 9,09 billones de yuanes (1,32 billones de dólares). China mantiene por tanto un superávit comercial de 1,25 billones de yuanes, un 31,3% menor que el que tenía en el mismo periodo de 2017, y según los analistas es precisamente su intercambio con EEUU, pese a la guerra comercial que mantienen Beijing y Washington, el que evita que la balanza china con el resto del mundo sea deficitaria.
Por regiones, el comercio bilateral de China con la Unión Europea, su principal socio comercial, aumentó entre enero y agosto un 6,2% interanual, y el crecimiento con Estados Unidos no fue mucho menor (5,9%), mientras que los intercambios con el bloque Asean ascendieron un 11,8% de año a año. Las cifras se publican después que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara con imponer aranceles adicionales a China por valor de 267.000 millones de dólares, que se sumarían a los 50.000 impuestos desde julio pasado y a los 200.000 millones que su Gobierno ya está preparando.
”Estoy siendo duro con China porque tengo que serlo. Se están llevando 500.000 millones de dólares al año (de aquí). No puedo dejar que eso ocurra”, afirmó el mandatario estadounidense. Las tarifas estadounidenses y las contramedidas de China, que también ha impuesto aranceles por US$ 50.000 millones a exportaciones estadounidenses, no han evitado que en agosto el superávit comercial del país asiático con EEUU ascendiera un 10% hasta los 31.000 millones de dólares. Según las cifras de las aduanas, las exportaciones de China a EE.UU. crecieron en el octavo mes del año un 6,9%, mientras que las importaciones cayeron un 0,9%. En el total acumulado del año China acumula un superávit con la mayor economía mundial de 192.640 millones de dólares, frente a los 167.940 millones de hace un año, lo que permite imaginar que Trump seguirá su espiral arancelaria y que Beijing responderá recíprocamente.
Uno de los más destacados productos afectados por la guerra comercial chino-estadounidense es la soja, el principal producto agrícola que EE.UU. exporta a China (país que concentra un 60% de las compras mundiales de este producto). China, que ha impuesto aranceles a la soja estadounidense como represalia por las tarifas de Trump (entre otros productos), importó en agosto un 15% más de este alimento que en julio, compensando la disminución de la llegada de exportaciones estadounidenses con adquisiciones a Brasil, otro gran productor.
El país asiático anunció que permitirá la importación de soja de Etiopía en la búsqueda de nuevos socios para seguir diversificando las adquisiciones para reducir su dependencia de las de Estados Unidos. En otro orden de cosas, para seguir garantizando que la guerra comercial con EE.UU. no frena las exportaciones chinas -uno de los principales motores de la economía asiática-, el Ministerio de Finanzas anunció el aumento de las devoluciones de impuestos a la exportación sobre 397 productos.
A partir del 15 de septiembre, China aumentará hasta el 16 % -lo que podría significar una retirada total de aranceles a la exportación en ciertos sectores- la venta al exterior de baterías de litio, semiconductores multicomponente, maquinaria, libros, periódicos y diodos emisores de luz LED, entre otros productos.