El Fondo Monetario Internacional (FMI) fijó una serie de condiciones económicas y financieras para concederle al Gobierno argentino un crédito a tres años por US$50.000 millones. Una fuerte reducción del déficit fiscal y de la inflación fueron las principales exigencias del FMI para llegar al acuerdo con la administración del Presidente, Mauricio Macri.
El Gobierno argentino había pedido a principios de mayo pasado un auxilio financiero al FMI para superar las turbulencias económicas de los mercados local e internacional, que provocaron, entre otros efectos, una depreciación del peso argentino frente al dólar estadounidense.
Las siguientes son algunas de las claves del convenio acordado este jueves entre el FMI y Argentina: Reducción del déficit fiscal El acuerdo contempla una aceleración en los tiempos previstos por el Gobierno argentino para reducir el déficit fiscal, que en 2017 fue equivalente al 3,9% del PIB del país.
El convenio mantuvo la meta que la administración de Macri se puso para este año, un 2,7%, pero en 2019 la cifra deberá llegar a 1,3% cuando inicialmente el plan era de 2,2%.
En 2020 las cuentas fiscales de Argentina deberán estar equilibradas, una ambición que Argentina tenía para 2021. El ajuste fiscal, entonces, rondará los US$19.300 millones. Mientras negociaba con el FMI, Macri pidió a la dirigencia política argentina un aval a las medidas previstas para bajar el déficit. Apenas conocido el acuerdo, los opositores pidieron como condición saber en qué áreas de su administración hará los recortes necesarios para equilibrar las cuentas.
El convenio con el FMI establece la necesidad de reducir la inflación en Argentina, que en 2017 rondó el 25% y en los primeros cuatro meses de 2018 ya lleva 9,6%. Además, se estima la cifra seguirá en alza como consecuencia de la depreciación del peso sufrida frente al dólar estadounidense desde mayo último. Las nuevas metas de inflación fijadas después del acuerdo con el Fondo Monetario serán de 17% para 2019, 13% en 2020 y 9% en 2021. Economistas críticos del programa de Gobierno de Macri advirtieron que si la cotización del dólar frente al peso argentino continúa en alza tendrá un impacto en los precios de los principales productos que consume la población.
La inflación carcome los cimientos de la prosperidad económica de Argentina y recae directamente en los segmentos más vulnerables de la sociedad, mencionó el acuerdo.
Con motivo del acuerdo con el FMI, el Gobierno argentino anunció que impulsará una reforma en las normativas que rigen al Banco Central (BCRA), la principal entidad monetaria del país. La modificación, que será presentada al Parlamento, intentará dotar al BCRA de una mayor autonomía y relegarlo de su función de principal fuente de financiamiento del Estado argentino. Al respecto, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, indicó que la institución dejará de controlar la cotización del dólar estadounidense frente al peso argentino.
Según el acuerdo, el tipo de cambio será flexible y determinado por el mercado, y para eso el BCRA pondrá fin de inmediato al financiamiento del déficit regulando las operaciones con la venta o compra de divisas. Además, el Central tendrá que reducir la cantidad de Lebacs, un título de deuda a corto plazo, que posee por una cifra cercana a los US$25.000 millones. Sostener la ayuda social para personas de bajos recursos Argentina y el FMI convinieron la necesidad de proteger a la población más vulnerable a medida que avancen las reformas económicas planteadas en el acuerdo. Para eso, la administración de Macri dispondrá medidas que ofrezcan oportunidades y apoyo a quienes viven en la pobreza y a los miembros menos favorecidos de la sociedad argentina.
Como señal clara de esas prioridades, las autoridades se han comprometido en mantener un piso para el gasto en asistencia social durante los próximos tres años, expresó el texto del acuerdo.