Las empresas petroleras en Argentina adjudicaron la caída en la producción de hidrocarburos, que entre enero y mayo se ubicó entre las más bajas en 36 años, a la permanente conflictividad gremial, los bajos precios y los fenómenos climáticos de los últimos meses.
La merma que se está manifestando en la producción es como en toda la industria: una cuestión de precios y, en particular en las provincias de Santa Cruz, Chubut y Neuquén, a la inactividad por problemas gremiales, indicó el director de YPF Emilio Apud, quien subrayó que no es una novedad que con precios tan bajos, de US$ 42 el barril internacional de petróleo crudo y de US$ 55 el barril criollo, no se pueda pensar que habrá una reactivación rápida.
En la misma línea el gerente de Relaciones Gubernamentales de Sinopec, José Esteves, señaló que la conflictividad gremial, los bajos precios y la falta de previsibilidad hacen que haya una menor producción, sobre todo en petróleo.
En el caso de la petrolera china, con presencia en Santa Cruz, explicó que también se suma la inestabilidad social por la cual atraviesa la provincia, con conflictos de diferentes índoles que terminan en cortes de ruta que perjudican la actividad.
En cambio Pan American Energy (PAE), con fuerte presencia en la cuenta del Golfo San Jorge, principalmente del lado de la provincia de Chubut, adjudicó a cuestiones climáticas la performance de la petrolera en el semestre, donde la producción de petróleo bajó 3,7% pero la de gas aumentó 0,7%.
Entre enero y mayo de este año la producción de petróleo alcanzó los 11.478.057 metros cúbicos, y la de gas los 18.361,7 millones de metros, con caídas de 8,1% y 0,8%, respectivamente, frente al mismo período de 2016.