Por Dr. Jeremy Hobbs (*) -El 29 de marzo fue un día histórico para el Reino Unido. La primera ministra, Theresa May, envió al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, una carta donde notifica formalmente la intención del Reino Unido de salir de la Unión Europea: el brexit (british y exit, en español británico y salida).
Así, el Gobierno británico acciona el ya famoso artículo 50 del Tratado de Lisboa, cumpliendo con un claro mandato del pueblo británico en el referéndum del año pasado. Con la notificación empieza un período de dos años de negociación. Para marzo de 2019 el Reino Unido debe estar completamente afuera de la Unión Europa. Esta decisión no constituye para nada un rechazo a los valores fundamentales que compartimos con nuestros socios europeos.
Tampoco es un intento de perjudicar a la Unión Europea ni a ninguno de sus Estados miembros. Al contrario, el Reino Unido quiere que Europa tenga éxito y que siga siendo fuerte y próspera: como contemplaba el más grande de los estadistas británicos, Winston Churchill, hace 70 años. Hoy más que nunca el mundo necesita de los valores liberales y democráticos europeos; valores que comparte totalmente el Reino Unido. Entonces, aunque vamos a dejar las instituciones de la Unión Europea, no vamos a dejar Europa.
El referéndum sobre el brexit es un voto a favor de restaurar nuestra autodeterminación nacional, tal y como la vemos. Como el amigo y vecino más cercano de Europa, esperamos poder mantener una profunda y especial asociación con toda la Unión Europea. Esta relación debería incluir una estrecha cooperación en asuntos económicos y de seguridad. Todos nos enfrentamos a los mismos retos, al terrorismo y al extremismo, como quedó muy patente con el reciente abominable atentado en Londres.
Por ello, abordamos las negociaciones que vienen de manera constructiva, con respeto y con un ánimo de cooperación sincera. Hemos escuchado a nuestros socios europeos y respetamos su postura. Reconocemos que no podemos seguir siendo parte del mercado único europeo sin aceptar las “cuatro libertades” de circulación de mercancías, trabajadores, capitales y servicios. Entendemos que son indivisibles y que no es posible “elegir entre ellas”. Es por ello que vamos a negociar un nuevo acuerdo de libre comercio audaz y ambicioso con la Unión Europea.
Desde que nos unimos a la Unión Europea, el comercio internacional del Reino Unido como porcentaje de su PIB se ha estancado de manera general. Por este motivo, ha llegado el momento de que el Reino Unido salga al mundo y redescubra su papel como una gran nación comerciante.
Una vez afuera de la Unión Europea, el Reino Unido tendrá fabulosas oportunidades de cerrar sus propios acuerdos de libre comercio con otros países y grupos económicos; y sobre todo con los mercados de exportación más dinámicos del mundo. Entre ellos se encuentran los países latinoamericanos y, por supuesto, Mercosur y Paraguay. El año pasado vimos un importante repunte del 50% en el comercio bilateral entre el Reino Unido y Paraguay. No dudo que con el brexit se va a potenciar aún más. Y mientras que el Reino Unido sea miembro de la Unión Europea, vamos a continuar presionando para concretar un ambicioso acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que beneficiará a Paraguay y a los demás miembros del grupo.
Con el brexit, el Reino Unido está abriendo su propio camino en el escenario mundial más amplio. Como país tenemos los activos y las relaciones para hacerlo muy bien. Somos la quinta economía más grande del mundo. Contamos con la cuarta fuerza militar más grande a nivel mundial. Somos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, del G7, del G20 (los grupos de países con las economías más grandes) y de la OTAN, y somos el único miembro de estas tres organizaciones que gasta aproximadamente el 2% del PIB en defensa y 0,7% en asistencia al desarrollo. Somos protagonistas de gran nivel y todo está programado para que siga así.
Como embajador británico en Paraguay, voy a aprovechar esta oportunidad que es presentada con nuestra salida de la Unión Europea para continuar estrechando las relaciones bilaterales con el Paraguay.
* Embajador británico en Paraguay.