Los manifestantes que tomaron el viernes el Congreso de Paraguay, en protesta por una enmienda constitucional que habilita la reelección presidencial, fueron desalojados por la policía y los bomberos controlaron el fuego desatado en el edificio. El portavoz de los bomberos afirmó que la situación estaba bajo control y el fuego en camino de ser extinguido.
La policía por su parte informó de la detención de varios manifestantes, que fueron llevados al Cuartel nacional de la Policía, ubicado a pocos metros del Congreso.
En el lugar se observan cuantiosos daños materiales, vidrios destrozados y oficinas saqueadas luego que los manifestantes arrojaran piedras contra el edificio y lo tomaran por asalto. Al principio la policía dijo no poder contener a los manifestantes.
Empero con la llegada de fuerzas especiales apelando a gases y balas de goma, la situación cambió y medios locales reportaron varios heridos por enfrentamientos entre policías y civiles, incluyendo un diputado y el titular del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y ex candidato presidencial Efrain Alegre, alcanzado por perdigones de goma en rostro y un hombro.
Los incidentes, los peores desde que asumió el presidente Horacio Cartes en 2013, estallaron luego de que 25 senadores -entre oficialistas y aliados al Gobierno- aprobaron un proyecto de reelección durante un encuentro realizado en una oficina del Congreso, a puertas cerradas, tras modificar el reglamento, que prevé una mayoría de al menos 30 votos para poderla celebrarla.
Los manifestantes ingresaron al Parlamento, ubicado en el centro histórico de Asunción, sorteando rejas y vallas, cometieron desmanes y prendieron fuego en el edificio.
Empeñados en la enmienda está una mayoría del gobernante partido Colorado, aliado con opositores del Frente Guasú y disidentes del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). El Frente Guasú responde al ex presidente Fernando Lugo, removido del cargo en 2012 por incompetencia, y que fuera finalmente reemplazado en elecciones por el presidente Horacio Cartes.
Tras los incidentes, el presidente Cartes instó a la ciudadanía a mantener la calma y culpó en un comunicado a un grupo de paraguayos empotrados en la política y medios masivos de comunicación, que no escatimarán esfuerzos para lograr el objetivo de destruir la democracia y la estabilidad política y económica del país
No debemos permitir que unos bárbaros destruyan la paz, la tranquilidad y el bienestar general del pueblo paraguayo, agregó.
Ante la dimensión de los incidentes, se decidió suspender la convocatoria a sesión extraordinaria de diputados programada para este sábado para tratar el proyecto de enmienda al que el viernes dieran media sanción los 25 senadores, en medio de una severa crisis institucional.
Paraguay con una larga historia de dictaduras y gobiernos ilegítimos no prevé en la constitución la reelección presidencial consecutiva, y dado los ejemplos en el resto del continente es un tema muy sensible.