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Revive la sátira política con Trump: el presidente reacciona, se enfurece y lo hace saber en tuits

Miércoles, 1 de marzo de 2017 - 22:08 UTC
“No es Obama, ni los demócratas, ni la prensa. El peor enemigo de Donald Trump es el humor político y, sobre todo, el personaje con que lo imita, Alec Baldwin” “No es Obama, ni los demócratas, ni la prensa. El peor enemigo de Donald Trump es el humor político y, sobre todo, el personaje con que lo imita, Alec Baldwin”

”Hoy me quedo en casa, quiero ver Saturday Night Live (SNL).” La frase se repite en este país donde, desde que Donald Trump asumió la presidencia, la cita con el humor y la sátira política se volvió tendencia, con mediciones de audiencia en niveles récord.

 “No es [Barack] Obama, ni los demócratas, ni siquiera la prensa. El peor enemigo de Donald Trump es el humor político y, sobre todo, el personaje con que lo imita al actor Alec Baldwin”, sostuvo Sidney Blumenthal, analista político que asesoró al ex presidente Bill Clinton.

El fenómeno va en ascenso. Los videos con las imitaciones de Trump y de su pintoresco gabinete llegan a visualizaciones récord en el sitio YouTube.

El de la actriz Melissa McCarthy imitando a un iracundo Sean Spicer -el vocero del presidente- supera los 24 millones de reproducciones en sólo tres semanas. “Creo que es lo mejor que se ha hecho en sátira política en mucho tiempo”, dijo Frank Pallota, experto en medios de comunicación.

Hoy son muchos los que cruzan los dedos para que prospere la idea de que sea el Trump de Baldwin el que asista a la tradicional cena con corresponsales de prensa, en lugar del verdadero, luego de que el presidente confirmó su ausencia como parte de su guerra personal con los medios.

“Bueno, si no viene el presidente, que venga su imitador. Lo pasaremos mucho mejor”, fue la idea que ayer corría como pólvora en la red Twitter. De cristalizar el proyecto, el golpe podría volverse en todo un búmeran para el presidente.

Fuente inagotable de inspiración para humoristas, el aterrizaje de Trump, primero en la campaña y luego en la Casa Blanca, potenció la tradicional sátira política de este país como hacía mucho que no sucedía.

“Con Obama era distinto. No daba tanto juego. Éstos, en cambio, son inagotables”, dijo Pallota. Lo que le suma morbo al asunto es la certeza de que el propio presidente los mira y, como queda demostrado en sus iracundos tuits, se enoja y no lo oculta.

“Se ha vuelto mezquino, no tiene gracia, es un mal programa. Es muy triste ver esta mala televisión. Una chapuza que aburre”, se quejó una y otra vez Trump por la red social.

Su afición por las guerras imposibles es notable. Así como se lanza contra la prensa un día tras otro -y suben los niveles de venta y de circulación de los mismos medios a los que ataca-, lo mismo hace con programas de televisión, cuya audiencia viene en aumento.

De todos ellos, no cabe duda de que SNL, de la cadena NBC, lleva la bandera. Tras una agonía de años, la llegada de Trump lo hizo revivir y llegar a niveles de audiencia que no había experimentado en más de una década. “Le estamos muy agradecidos”, dicen sus guionistas.

De todo lo visto, dos personajes se llevan sin duda el estrellato: la imitación que McCarthy hace de Spicer y la que Baldwin le dedica a Trump. Tanto, que hoy cuesta ver a Spicer sin pensar en su imitadora y a Trump sin acordarse de su caricatura.

Categorías: Política, Estados Unidos.