Autoridades bancarias y expertos en economía internacional señalaron en Buenos Aires la elección del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el Brexit en Reino Unido como factores de incertidumbre en la política monetaria.
La conferencia cerró el congreso “Nuevos desarrollos económicos y financieros: lecciones para la Argentina”, organizado por el argentino Banco Ciudad, el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (CLAAF, un organismo formado por un grupo de economistas independientes de América Latina) y la Universidad Torcuato Di Tella.
En este último panel, el presidente del Banco Central de Uruguay, Mario Bergara, junto con su homólogo argentino, Federico Sturzenegger, debatieron sobre las lecciones y desafíos de la política monetaria junto con el profesor de Economía Internacional, Guillermo Calvo, y André Lara Resende, ex miembro del Directorio del Banco Central de Brasil.
Bergara explicó que la Reserva Federal de Estados Unidos le puso “paños fríos a la evolución de las tasas de interés y empezaron a volver los capitales, hasta que Trump ganó las elecciones”.
“Y ahora estamos en plena turbulencia. (...) Estamos en un momento de mucha incertidumbre. Y si algo caracteriza a las propuestas de Trump, es la incertidumbre y, además, se suma la otra incertidumbre que es cuál de sus propuestas va a poder implementar”, argumentó.
En este sentido, señaló que si antes consideraban la situación global como “volátil e incierta”, el momento actual después de acontecimientos como la victoria de Trump o el resultado del Brexit, tiene como consecuencia “un recrudecimiento de la volatilidad y la incertidumbre”.
Bergara insistió en que sería “atrevido” formarse conclusiones de cómo se mueven las variables ya que, a su juicio, “el ruido y la turbulencia” del panorama presente impide sacar deducciones “firmes”.
Motivado por las consecuencias ocasionadas con el Brexit y la victoria de Trump, Sturzenegger subrayó “la suerte” de Argentina por tener “flexibilidad cambiaria ” y haber dejado de impulsar un “programa de estabilización” basado en una clase de moneda que no es atractiva por “razones macroeconómicas”, alegó Sturzenegger.
Bergara sostuvo que a su criterio, “cuando unos capitales van para un lado, en realidad todos van para allá, después vuelven todos para acá, luego vuelven a ir todos para allá”, esta lógica global basada en el “comportamiento en manada” representa “un desafío permanente ” para los países latinoamericanos.