Bajo la consigna de ”Patria o muerte!”, la divisa de la revolución cubana, el presidente Evo Morales inauguró esta semana la escuela militar “antiimperialista” de Bolivia. Es el signo del cambio en ese colectivo castrense, cuya fama de golpista le acompañó en la última mitad del siglo XX.
La Escuela Juan José Torres, que debe su nombre al ex Presidente militar que en 1970 expulsó al estadounidense Cuerpo de Paz y luego fue derrocado y asesinado por la Triple A en Argentina, será paso obligado para ascender al grado de capitán. Este año tendrá 100 alumnos.
Hace 34 años que Bolivia goza de libertades democráticas. Dice el general Gonzalo Durán, jefe de las tres fuerzas militares, que ninguno de sus camaradas jóvenes conoce lo que es un golpe de Estado.
“El imperialismo, por sus intereses ideológicos, políticos y económicos, hizo que las Fuerzas Armadas se enfrenten con su pueblo en tiempos de dictadura”, sostuvo en el acto de apertura de la escuela impulsada por el Presidente Evo Morales.
Las nuevas Fuerzas Armadas -acusadas por sus detractores de más de un centenar de golpes desde el inicio de la República en 1825- deben ahora, según Durán, promover “la descolonización, la igualdad de género, la interculturalidad y la inclusión social”.
Para mantener esta convicción antiimperialista, sostuvo, “es imprescindible promover un cambio en la formación de nuestros cuadros, cimentado en cuatro pilares”.
La escuela funciona en Warnes, una población cercana a Santa Cruz (este), en el predio donde iba a estar la escuela militar del Alba, un proyecto frustrado en 2011, a pesar del apoyo de Irán, y reflotado vanamente en 2015 por el Presidente venezolano Nicolás Maduro.
Morales, que inauguró la Escuela de Comando Militar “antiimperialista”, dijo que esta tiene la misión de servir “para la defensa del pueblo y no del imperio”.
Y advirtió que “las políticas de guerra del imperio apuntan ahora al control de la energía, del agua, las materias primas estratégicas y al control tecnológico científico”.