La deuda pública de las economías avanzadas se disparó a los niveles más altos desde la Segunda Guerra Mundial, mientras los gobiernos luchan contra el lento crecimiento y la deflación, advirtió el FMI esta semana en la presentación de su informe.
Para el promedio de las economías avanzadas “la deuda pública supera ya el nivel observado durante la Gran Depresión y se acerca al nivel visto inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial”, dijo el Fondo Monetario Internacional en su informe sobre deuda global.
Los niveles de créditos que los gobiernos han recogido desde la crisis financiera continúan aumentando a medida que potencias como Japón y países de Europa siguen sumidos en un crecimiento muy lento, en tanto muchas economías más pobres y emergentes luchan contra la caída de los ingresos procedentes de materias primas como el petróleo y los metales.
Para las economías avanzadas, la deuda se ha elevado a más de 107% del Producto Interno Bruto, con Japón en casi 250%, advierte el FMI en su informe presentado durante la asamblea del organismo. Las economías emergentes están mejor en poco menos de 50% del PIB, pero sus necesidades van en aumento.
El FMI también alertó que un renovado episodio de volatilidad financiera puede crear un bucle pernicioso de frágil confianza, débil crecimiento, mayores tensiones en las condiciones financieras y alza de cargas de deuda que llevaría a la economía global a un estancamiento.
Esto podría abocar a la economía global a un estancamiento económico y financiero. En este escenario, estimamos que el producto global podría caer casi un 4%, respecto a nuestro escenario base, en los próximos cinco años, dijo el director del Departamento de Asuntos Monetarios del FMI, el español José Viñals, en el discurso de presentación del informe de Estabilidad Financiera Global.
En los países avanzados, especialmente en Europa, el legado de la crisis se mantiene y los bancos encaran dificultades para adaptar su modelo de negocio al nuevo panorama de incertidumbre global, mientras que en los emergentes la caída de los precios de materias primas ha elevado la vulnerabilidad a medida que los colchones de seguridad se han ido reduciendo.
El organismo internacional también sostuvo que los mercados financieros mundiales han recuperado la calma después de un agitado inicio de año, pero que se requieren mayores esfuerzos para garantizar la estabilidad financiera en un entorno de desaceleración de la economía, debilidad de las materias primas y preocupaciones sobre China.
”Si el panorama del crecimiento y la inflación se deteriora aún más, el riesgo de una pérdida de confianza crecerá. En tales circunstancias, episodios recurrentes de volatilidad podrían interactuar con las vulnerabilidades en los balances (de los bancos)”, dijo el Fondo en su reporte.