La economía de Brasil enfrenta una caída prolongada sin recuperación a la vista, mientras que la incertidumbre política gravita sobre la confianza de los inversores y las reformas estructurales no muestran indicios de ganar terreno, afirmó Arminio Fraga, gerente de fondos de inversión y ex presidente del banco central de ese país.
Aunque la presidenta, Dilma Rousseff, sobreviva a los intentos de destitución, quedará demasiado debilitada como para obtener la aprobación de las medidas requeridas para reencauzar la economía, dijo Fraga en una entrevista con Bloomberg.
El PIB per cápita caerá en tres años tanto como bajó en la llamada década perdida de 1980, dijo en la sede central de Gavea Investimentos, la firma de inversiones que fundó en 2003 con sede en Río de Janeiro.
Ciertamente, no veo el fondo. No estamos avanzando con dificultad, nos estamos hundiendo, aseguró el economista de 58 años, refiriéndose a la economía brasileña.
Si la presidenta sobrevive, de todos modos no tendrá poder para hacer las cosas. Eso conspira en contra de que pase algo bueno, afirmó.
Fraga dice que simplemente está siendo realista con respecto a la economía brasileña y que sus proyecciones están en línea con otros administradores de fondos, como Luis Stuhlberger de Fundo Verde, quien este mes dijo que los precios de los activos podrían caer más si el gobierno no consigue frenar el endeudamiento en alza.
Esa falencia llevó a Standard Poor’s a rebajar aún más los bonos de Brasil a territorio basura. Las cuentas fiscales deterioradas de Brasil han contribuido en los últimos doce meses a una caída de 29% del Real, que según el gobierno volverá más competitivas las exportaciones.
Fraga dijo que esos beneficios se han visto en gran medida neutralizados por una caída en los términos de intercambio.
En tanto otros analistas empeoran su previsión sobre la economía brasileña este año, según el reporte semanal del banco central de ese país. La contracción del PIB para este año trepó de 3,33% a 3,40%, mientras que aumentaron la estimación de inflación de 7,61% a 7,62%.
Para el 2017 las previsiones auguran un crecimiento del PIB del 0,50%, frente a la estimación de la semana pasada que apuntaba a un incremento del 0,59%.
Para enderezar la actual situación económica, el Gobierno anunció el pasado viernes un severo recorte presupuestario que incluye un recorte del gasto público de 23.400 millones de reales (unos US$5.780 millones) para este año.