Con un rito ancestral en el centro ceremonial preincaico de Tiahuanaco, el presidente Evo Morales inició el jueves los actos de conmemoración de sus 10 años en el gobierno, el período más longevo de la historia de Bolivia.
El mandatario recibió los primeros rayos del sol en Tiahuanaco o Tiwanaku, a 71 km de La Paz, con las manos extendidas, en una ceremonia tradicional en la que se encendió una enorme pira y se hicieron sahumerios, en señal de buen augurio.
“En este acto pequeño, de mucha importancia, aprovecho esta oportunidad para expresar nuestro agradecimiento en estos 10 años de servicio al pueblo boliviano”, dijo Morales, que sostuvo que “nunca nos hemos sentido abandonados por los movimientos sociales, indígenas, originarios” , sostén principal de su administración.
El festejo, en el que hubo música andina, fue seguido por pocas personas y escasa presencia de campesinos e indígenas, cuyos principales líderes enfrentan una investigación judicial por la malversación de unos 2,5 millones de dólares de un fondo de fomento agrario.
Morales, de 56 años, comenzó a gobernar en 2006 tras arrollar a la oposición en las urnas con el 54% de los votos, y revalidó el cargo dos veces consecutivas, por la misma vía electoral: en 2010, luego de obtener el 64% de apoyo, y en 2015 con el 61% de los sufragios. Su actual mandato concluye en 2020, pero ahora impulsa un referendo para modificar la Constitución a fin de habilitar la opción a una nueva gestión hasta 2025.
El acto principal se cumplirá el viernes con una ceremonia en el Congreso, donde el mandatario leerá un mensaje, radiotelevisado de manera obligatoria, en el que se referirá a los 10 años de gobierno iniciado el 22 de enero de 2006.