Después de 51 años, Uruguay asumió desde el primero de enero un lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), sillón que ocupará hasta el 31 de diciembre de 2017. Desde el viernes pasado también asumió la presidencia del órgano, cargo que mantendrá durante todo el mes y que posiblemente vuelva a ocupar durante su período dentro del órgano internacional.
El país será representado ante la ONU por el ex embajador de Canadá, Elbio Rosselli, quien el 21 de diciembre presentó sus cartas credenciales ante el secretario general del organismo, Ban Ki-moon. ”El señor Representante Permanente de Uruguay mantuvo una reunión de trabajo con el señor Secretario General en su calidad de próximo Presidente del Consejo de Seguridad (enero 2016), ocasión en la que se conversó sobre los principales temas que integran su agenda”, registra la página oficial de la ONU.
El Consejo de Seguridad está integrado por 15 miembros, cinco de ellos permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido, Irlanda del Norte y Estados Unidos), y otro diez no permanentes (Angola, Egipto, España, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, Ucrania, Uruguay y Venezuela).
La candidatura del país para asumir la presidencia del Consejo de Seguridad contó con la simpatía del Grupo de Latinoamérica y el Caribe, que cuenta con 33 miembros y 2 cargos en el Consejo. La última vez que Uruguay asumió el liderazgo del Consejo de Seguridad fue en el año de 1965.
Al conocer la noticia de la elección de Uruguay como máximo representante del consejo, el vicecanciller uruguayo José Luis Cancela, señaló que se trabajará en la búsqueda de la paz y el respeto al Derecho Internacional.
Se espera que este martes los 15 miembros del Consejo informen sobre la agenda mensual de trabajo, acordada el lunes; el programa incluirá además de la solución pacífica a los actuales conflictos globales el análisis de fuerzas de paz de la ONU desplegadas en la República Democrática del Congo, Malí, Somalia y Darfur (Sudán).
Raúl Rosende, director de la Oficina regional de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios que trabaja en el conflicto de Siria desde su inicio, dijo a una radio local en Montevideo que la crisis en ese país es uno de los temas prioritarios para el año que comienza para el Consejo de Seguridad.
Anunció que habrá negociaciones en enero en Viena de las que participará el gobierno sirio, la oposición y países influyentes en el conflicto. Por primera vez veo una pequeña lucecita, dijo y agregó que si bien no participarán todas las partes involucradas, un eventual acuerdo sería de todas maneras un avance importante.
Rosende dijo que en Siria hay 11 millones de personas desplazadas y refugiadas -la mitad de la población del país- pero advirtió que el plan humanitario volcado sobre el país es el mayor de la historia de la ONU. Alcanza a 3.200 millones de dólares, detalló y advirtió que ya se sabe que no se obtendrá ese volumen de recursos.