Un grupo de economistas argentinos de inspiración liberal y ortodoxa, reunidos en la Fundación Libertad y Progreso analizaron el futuro que aguarda al nuevo gobierno argentino del presidente Mauricio Macri tras doce años de lo que califican las políticas populistas del Kirchnerismo.
Estima que el déficit fiscal ronda el 8% del PBI y el gasto público total saltó de un histórico 30% al 45% del PBI.
El documento se titula La gravedad de la herencia recibida, y el análisis corresponde a los economistas Manuel Solanet, Agustín Etchebarne, Aldo Abram, Santiago Bergad, Roberto Cachanosky, Juan Carlos Cachanosky, Agustín Monteverde y Héctor Mario Rodríguez, integrantes del Consejo Académico de la Fundación.
Más allá de la crisis económica que deja el kirchnerismo, la Argentina viene de una larga decadencia fruto del populismo que llegó a su máxima expresión en los últimos doce años, dijeron.
Por lo tanto, analizaron que si bien es bienvenido el positivo cambio de ánimo que ya se observa en amplios sectores de la sociedad, es importante resaltar que no hay que subestimar la tarea que queda por delante para, por un lado, enfrentar el campo minado que deja el kirchnerismo y por el otro, cambiar el rumbo de decadencia de m s de 70 años.
Los especialistas destacaron que la mayor confianza que ya se observa en los agentes económicos no es un sustituto de las reformas económicas que hay que implementar para entrar en una senda de crecimiento de largo plazo, ni desactivan por sí solas, sin un acompañamiento de reformas institucionales, todas las trampas económicas dejadas por el gobierno saliente.
De acuerdo con los expertos, la gestión populista y orientada ideológicamente hacia la intervención fue consolidando a lo largo de los últimos doce años un conjunto de distorsiones y falencias que hoy configuran una situación económica insostenible.
Entre las falencias y distorsiones citadas por los expertos en el documento se destacan que el nuevo Gobierno encuentra un Estado en situación de default y sin acceso al crédito en condiciones razonables. ”El gasto público total (nación + provincias + municipios) ha trepado desde un promedio histórico del 30% del PBI previo a 2002, a un nivel actual de 47% del PBI, dijeron.
En tanto señalaron que la presión tributaria también se ha elevado desde 27% a 39% del PBI. Tanto el uno como el otro son niveles no financiables por las personas y empresas. Mientras que consideraron que el gasto ha crecido a un ritmo mayor que el de los ingresos y mes a mes ha aumentado el déficit fiscal. Se estima el actual desequilibrio financiero, después del pago de intereses, en un 8% del PBI. Como el Gobierno no tiene prácticamente acceso al crédito, ese déficit se solventa mediante transferencias de fondos de la Anses, del Pami y del Banco Central, añadieron.
Después de tantos años de ocultar información o falsearla es imprescindible evidenciar los problemas heredados, clarificar su origen y explicar que demandarán soluciones impostergables y complejas. La comunicación con la sociedad es imprescindible para prevenir y responder las críticas”, manifestaron.