La agencia Moody's mejoró la perspectiva de la calificación de la deuda de Argentina, que pasó de “estable” a “positiva”, tras la elección de Mauricio Macri como nuevo presidente del país. Pese a la mejora en la perspectiva, la calificación ha sido mantenida en CAA1 porque persisten determinadas “incertidumbres”.
“El cambio de perspectiva está basado en la opinión de Moody’s sobre que la llegada al poder del presidente electo Mauricio Macri de la coalición Cambiemos incrementará las probabilidades de implementación de políticas crediticias positivas”, dijo la agencia en un comunicado.
Estas políticas esperadas incluye, según la calificadora, una solución del litigio en tribunales de Nueva York con los fondos especulativos, que le reclaman a Argentina bonos en mora desde finales de 2001 por 1.300 millones de dólares, más intereses.
“Macri ha dejado en claro de manera consistente y progresiva que sus políticas de gobierno representarán oportunidades más amigables para el mercado que las observadas durante los últimos 12 años”, destacó Moody’s en su informe.
La agencia recordó que Macri, quien asumirá la Presidencia el próximo 10 de diciembre, se ha comprometido a dar “inmediata resolución” al conflicto con los fondos litigantes.
Una solución a este asunto es, según la calificadora, “indispensable para que el gobierno pueda obtener préstamos en el extranjero, que probablemente necesitará para poder cumplir con el pago previsto de obligaciones de servicio de la deuda”.
“Las reservas oficiales han caído a menos de 22.000 millones de dólares, lo cual suscita incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones de servicio de la deuda en 2016 y añade presión para una rápida resolución de la disputa con los acreedores ‘holdout'”, advirtió Moody’s.
La agencia dijo además que espera que el nuevo gobierno se esfuerce por “mejorar el entorno económico e institucional del país en los próximos meses, a través de una serie de reformas que pretendan hacer frente a niveles de inflación persistentemente altos y a la falta de confiabilidad de los datos oficiales”.
“El nuevo gobierno pretende instalar una nueva dirigencia en el Banco Central, hacer de la reducción del nivel de inflación un objetivo clave en materia de políticas, y establecer de forma legal la independencia del Banco Central”, destaca el informe.
La agencia dijo que la calificación de Caa1 de Argentina “balancea la moderada fortaleza económica y los moderados indicadores de deuda del gobierno con las actuales debilidades institucionales y financieras vinculadas a la composición de políticas del país, la volatilidad política, y las opciones de financiación limitadas”.
La decisión de afirmar, en lugar de subir, las calificaciones de Argentina en este momento refleja la incertidumbre que aún existe sobre cuándo podría alcanzar un acuerdo con los acreedores, así como también sobre el nivel de reformas fiscales y económicas que posiblemente se alcance, justificó la calificadora.