Los brasileños pagaron el año pasado en impuestos el equivalente al 33,47% del PIB del país, por debajo de la carga tributaria del 33,74% de 2013, informó la Administración Federal de Impuestos. Pese a que los tributos aún equivalen prácticamente a la tercera parte de todo lo que Brasil produce, la carga tributaria finalmente cayó en el país tras tres años consecutivos de crecimiento.
La ligera reducción fue atribuida a la propia desaceleración de la economía brasileña el año pasado y a las exenciones de impuestos que el Gobierno concedía a sectores como el automotor y el de muebles para ayudarlos a paliar la crisis económica internacional.
La economía brasileña tan sólo creció un 0,1% en 2014 y para este año, cuando entró en recesión, los economistas esperan una contracción del 3,0%.
En cuanto a las exenciones tributarias, el Fisco admitió que el valor que las empresas beneficiadas dejaron de pagar en impuestos subió desde 75.900 millones de reales (unos 19.461,5 millones de dólares) en 2013 hasta 103.800 millones de reales (unos 26.615,4 millones de dólares) el año pasado.
Según el organismo recaudador, los impuestos pagados por los brasileños en 2014 al gobierno federal y a las administraciones regionales y municipales sumaron 1,74 billones de reales (unos 446.154 millones de dólares), por debajo de los 1,84 billones de reales (unos 471.795 millones de dólares) de 2013.
Fue la primera vez desde 2009 que la recaudación de impuestos en Brasil se redujo.
La recaudación tributaria también puede caer en 2015 debido a la recesión que sufre el país, que redujo la actividad productiva y el consecuente pago de impuestos, pese al ajuste fiscal anunciado por el Gobierno a comienzos del año para hacer frente a su déficit fiscal récord.
El severo ajuste fiscal prevé el aumento de algunos impuestos y la creación de nuevas fuentes tributarias, como la que grava los movimientos financieros.
Pese a la elevada carga tributaria, el Gobierno brasileño alega que el porcentaje es menor que el de otros países en desarrollo y que se encuentra por debajo del 35,0% del PIB, que es el promedio para los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el foro que agrupa a las naciones más industrializadas del mundo.
Pese a tener una carga tributaria inferior a la de países como Dinamarca (48,6% del PIB), Francia (45%), Suecia (42,8%), Italia (42,6%), Austria (42,5%) y Alemania (36,7%), la brasileña supera a la de países como Portugal (33,4%), Reino Unido (32,9%), Canadá (30,6%), España (32,6%), Israel (30,5%), Turquía (29,3%), Suiza (27,1%), Estados Unidos (25,4%) y Corea del Sur (24,3%).
En Latinoamérica, sin embargo, la carga tributaria de Brasil supera a la de la mayoría de los países, incluyendo Argentina (31,2%), Bolivia (27,6%), Uruguay (27,1%) y Chile (20,2%).