El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que este lunes vivirá con su colega de Paraguay, Horacio Cartes, “un día histórico” cuando se ponga en funcionamiento pleno la planta boliviana de procesamiento de hidrocarburos Gran Chaco.
Morales destacó la importancia de ese acto en una rueda de prensa en la región sureña de Tarija, en cuyo territorio fue construida esa planta que separará los líquidos del gas que se exporta a Argentina, lo que permitirá a Bolivia producir varios tipos de combustibles.
El gobernante boliviano dijo que, además de Cartes, también se espera la presencia de autoridades de Argentina y Perú. “Mañana será un día histórico e inolvidable para Yacuiba (municipio donde está la planta) y Tarija, pero también para Bolivia”, sostuvo el mandatario boliviano.
La planta, que es una de las más grandes de su tipo en Sudamérica, ha sido construida por la empresa española Técnicas Reunidas contratada por el Estado boliviano, que invirtió 688 millones de dólares en esas instalaciones. Esta planta es seis veces más grande que otra similar que funciona desde agosto del 2013 en la región de Santa Cruz (este), separando los líquidos del gas natural exportado a Brasil.
Gran Chaco puede procesar hasta 32,2 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, producir 3.140 toneladas métricas diarias (TMD) de etano, 2.240 TMD de Gas Licuado de Petróleo (GLP), 1.040 barriles diarios de isopentano y 1.650 barriles diarios de gasolina.
La planta permitirá consolidar la exportación de GLP a nichos de mercado de Perú, Paraguay, Uruguay y también en Argentina y Brasil, países que además son grandes consumidores de gas natural boliviano. La producción de etano y propano también permitirá a Bolivia tener la materia prima para una industria petroquímica de plásticos.
Es previsible que, en las siguientes semanas, Morales apruebe los términos de una licitación para la construcción de una planta productora de propileno y polipropileno con una inversión de 1.800 millones de dólares, que debería operar desde 2020. Después se licitará otra planta para la producción de etileno y polietileno, que demandará una inversión, también estatal, de 2.600 millones de dólares y que debería funcionar entre el 2022 y el 2023, según dijo esta semana el vicepresidente Álvaro García Linera.