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Vaticano baja decibeles del polémico crucifijo regalado por Morales al Papa

Viernes, 10 de julio de 2015 - 09:31 UTC
El hecho ocurrió en Casa de Gobierno durante el intercambio de regalos, y se escucha al Papa decir “no está bien eso”, pero igualmente se mantuvo sonriente El hecho ocurrió en Casa de Gobierno durante el intercambio de regalos, y se escucha al Papa decir “no está bien eso”, pero igualmente se mantuvo sonriente
”El papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”, dijo Lombardi ”El papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”, dijo Lombardi
La “cruz comunista”, es réplica de una figura tallada por el jesuita español Luis Espinal Camps, torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 La “cruz comunista”, es réplica de una figura tallada por el jesuita español Luis Espinal Camps, torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que el papa Francisco “no tuvo una particular reacción negativa” al crucifijo con la cruz y el martillo que le regaló el presidente Evo Morales durante su visita de cortesía al mandatario. Empero durante el encuentro se oyó decir al Papa, “no está bien eso”.

 “El papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto”, dijo Lombardi, que respondió en una rueda de prensa a las preguntas sobre el regalo del crucifijo.

Morales obsequió al papa Francisco el peculiar crucifijo tallado en madera sobre la hoz y el martillo, durante una reunión que ambos sostuvieron el miércoles por la noche en la Casa de Gobierno y que fue transmitida por TV. Es entonces que se escucha a Francisco afirmar que ”no está bien eso”, pero no dejó de sonreír luego de advertir que no aprobaba el particular obsequio del presidente Morales. El intercambio de regalos prosiguió normalmente luego del tenso momento.

El crucifijo tallado sobre una hoz y un martillo provocó críticas de opositores que consideraron el obsequio como algo “vergonzoso” que sorprendió al sumo pontífice.

La “cruz comunista”, como se la ha bautizado en los medios, es una réplica de una figura tallada por el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, que fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 por denunciar la violencia política en el país.

Lombardi explicó “que pidió a los jesuitas que estaban en la misa sobre esta cruz y efectivamente es algo que fue diseñado por Espinal (...) y con el sentido de una actitud de diálogo muy abierto a todos”.

“No era una interpretación ideológica específica pero era algo que había diseñado, pero no muchas personas conocían esta historia, No era algo que fue difundido y que fue utilizado por Espinal. No era algo conocido por los obispos o por otros jesuitas”, agregó.

Precisó que “esta cruz no tenía una significación ideológica particular y su deseo de todos por el empeño por la liberación y el progreso del país”.

Al respecto de las polémicas, el portavoz aclaró que se abren interrogantes sobre el símbolo, pero que los jesuitas reiteraron que el origen es el sentido de diálogo muy amplio y no de una ideología específica.

Sobre que el Francisco recibió el regalo vinculado a la condecoración Orden al Merito “Luis Espinal Camps”, Lombardi especificó que el pontífice no sabía que iba a ser condecorado, y que normalmente rechaza este tipo de honores.

Lombardi siguió explicando que, según les contaron los jesuitas, en esta cruz “no hay una confusión entre fe e ideología“y que no era”un símbolo de interpretación marxista sino del diálogo y libertad”.

Tras la difusión en el mundo de la fotografía de Morales entregando la cruz sobre la hoz y el martillo a Francisco, las críticas y el estupor se manifestaron en las redes sociales.

El jesuita español Xabier Albó, que compartió luchas con Espinal en Bolivia, escribió hace unos días en la prensa sobre los tallados de madera que hacia el sacerdote sobre temáticas vinculadas a sus propias vivencias, además de políticas y sociales.

Según Albó, la cruz con Cristo, el martillo vertical y una hoz horizontal era para expresar “el necesario pero huidizo diálogo cristiano marxista, con los obreros y campesinos”.