El papa Francisco deseó un “futuro tranquilo y feliz” a Brasil mediante un telegrama que dirigió a la presidenta Dilma Rousseff durante el vuelo de regreso desde Asunción que le llevó a Roma, según anunciaron las distintas agencias de información que acompañan al sumo pontífice en el avión.
En la última misa de su gira de ocho días por América del Sur, el papa convocó este domingo en las afueras de la capital paraguaya, Asunción, a más de un millón de fieles y nuevamente hizo un llamado a la familia, a la humildad y a pasar de la lógica de la superioridad a la de la vida y el amor.
El presidente Evo Morales reveló el viernes que el Papa Francisco le dijo que los tres temas pendientes para el continente son Puerto Rico, Malvinas y la reivindicación marítima boliviana. Al Papa se le atribuye un papel decisivo en lograr el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que el papa Francisco “no tuvo una particular reacción negativa” al crucifijo con la cruz y el martillo que le regaló el presidente Evo Morales durante su visita de cortesía al mandatario. Empero durante el encuentro se oyó decir al Papa, no está bien eso.
El papa Francisco celebró el martes su última misa en Ecuador, antes de partir a Bolivia y llamó a luchar por la inclusión a todos los niveles, a la vez que resaltó, evangelizar: esa es nuestra revolución, porque nuestra fe siempre es revolucionaria, ese es nuestro más profundo y constante grito.
El papa Francisco reunió el lunes en Guayaquil a unos 650.000 fieles bajo un sol abrasador y reclamó más ayuda y servicios sociales para la familia aquejada de problemas, en la primera misa campal de su gira por Sudamérica. Una multitud exhausta por temperaturas de hasta 32ºC y largas vigilias escuchó la liturgia de casi dos horas en el parque Los Samanes.
El papa Francisco envió el domingo un telegrama al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en el que expresó su “afecto y cercanía por el pueblo venezolano” y deseó que progrese “cada día más en solidaridad y pacífica convivencia”.
El Sumo Pontífice al iniciar este domingo en Ecuador su gira por tres países de América del Sur brindó un mensaje social, recordando especialmente a las minorías “más vulnerables”. Fue recibido en el aeropuerto de Quito por el presidente Rafael Correa, miembros de la Iglesia Católica de ese país y políticos.
El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, aseguró este viernes que el papa Francisco abogará en América Latina por un desarrollo con “justicia social” en que la Iglesia pueda participar.
La iglesia Católica de Ecuador consideró el miércoles que “no es el momento” para convocar a nuevas manifestaciones a favor o en contra del presidente Rafael Correa, cuando restan apenas cuatro días para la llegada del papa Francisco.