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Maduro y los chavistas sufren “de otitis crónica desde hace quince años”

Martes, 9 de junio de 2015 - 08:54 UTC
“Son sordos y ciegos. No quieren ver la problemática y la realidad de un país que se les escapa de la mano”, dijo el arzobispo monseñor Roberto Lückert “Son sordos y ciegos. No quieren ver la problemática y la realidad de un país que se les escapa de la mano”, dijo el arzobispo monseñor Roberto Lückert
Además, “tiene un interlocutor en Roma que conoce el monstruo por dentro, porque fue nuncio aquí en Venezuela, que es monseñor Pietro Parolin”. Además, “tiene un interlocutor en Roma que conoce el monstruo por dentro, porque fue nuncio aquí en Venezuela, que es monseñor Pietro Parolin”.

El arzobispo venezolano, monseñor Roberto Lückert, ironizó sobre la excusa de Nicolás Maduro para suspender su reunión con el papa Francisco y el viaje a Roma afirmando que la administración chavista padece de “otitis crónica desde hace quince años”.

 En declaraciones a Unión Radio, monseñor Roberto Lückert se refirió a “la enfermedad del presidente” y afirmó que “este gobierno tiene otitis crónica hace 15 años”. “Son sordos y ciegos. No quieren ver la problemática y la realidad de un país que se les escapa de la mano, por la violencia desatada, delincuentes armados con granadas y con armas de guerra. Y parece como que tienen el apoyo del Gobierno, y se les ha escapado de la mano”, denunció.

Lückert hizo estas declaraciones tras la cancelación de la visita al Vaticano. Maduro anunció el sábado pasado, sólo un día antes de que se concretara la cita, que no iba a viajar a Roma porque sufría “un gripón y otitis”.

Para los opositores, en realidad, el presidente venezolano quiso evitar que el Papa intentara interceder a favor de los presos políticos.

“¿Cómo puede haber democracia cuando se irrespeta la voz de los que se oponen al Gobierno?”, afirmó. Según el arzobispo, los venezolanos que no comulgan con el régimen son calificados de “criminales, pitiyanquis, ladrones”, de estar “acabando con el Gobierno” y de ser “socios del imperialismo”.

Pero la realidad es que son “mentirosos de oficio”, dijo en referencia al Gobierno.

Lückert aseguró que el Papa “está muy preocupado” por lo que pasa en Venezuela y que tiene la información que le envía regularmente la Nunciatura.

Además, “tiene un interlocutor en Roma que conoce el monstruo por dentro, porque fue nuncio aquí en Venezuela, que es monseñor Pietro Parolin”. Francisco “siente que el país necesita apoyo y ciertamente se lo quiere dar”, reseñó.

La oposición venezolana y los familiares de los presos políticos encabezaron el pedido para que Francisco intercediera ante el presidente venezolano por los prisioneros políticos y la caótica situación de desabastecimiento.

Pero, luego, otros sectores se sumaron al reclamo y elevaron la presión sobre el chavista, que finalmente no concurrió a la Santa Sede. Así ex mandatarios mundiales y prestigiosas organizaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch, enviaron cartas al Pontífice para solicitarle lo mismo.