El gobierno de Brasil anunció el viernes que formará parte del Banco Asiático de Inversiones en infraestructura (AIIB) al que fue invitado por el gobierno chino y del que será uno de sus miembros fundadores.
La presidenta Dilma Rousseff anunció (...) que ”Brasil tiene todo el interés en participar en esta iniciativa, que tiene como objetivo garantizar la financiación para proyectos de infraestructura en la región de Asia”, afirma el comunicado difundido por la Presidencia.
El breve escrito no especifica, sin embargo, cuánto invertirá Brasil en este nuevo banco en el que no participa Estados Unidos.
El AIIB (por sus siglas en inglés) posee un capital inicial de 50.000 millones de dólares y cuenta ya con la participación de unos 30 países, entre los que destacan Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia.
La iniciativa del gobierno chino recibió esta misma semana, además, la bendición de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
El Banco asiático de inversiones, que debe entrar formalmente en funciones antes de fin de año, ha generado recelo en Japón y Estados Unidos, que controla el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, con sede en Manila.
China es desde 2009 el principal socio comercial de Brasil, mientras que el país más grande de Sudamérica es el cuarto destino de las inversiones chinas, que acumularon un total de 78.000 millones de dólares entre 2007-2013, según la Cámara Brasil-China de comercio.