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Falklands/Malvinas: el gran desafío que presenta la producción de petróleo

Jueves, 12 de febrero de 2015 - 13:53 UTC
“Seguimos necesitando más gente. Si vamos a tener producción de petróleo, vamos a necesitar más personas”, describe la situación el economista Peltovuori “Seguimos necesitando más gente. Si vamos a tener producción de petróleo, vamos a necesitar más personas”, describe la situación el economista Peltovuori
Si la producción comienza en 2019, como proyecta la compañía, el producto interno bruto (PIB) de Falkland podría crecer 300%, explica Ville Peltovuori Si la producción comienza en 2019, como proyecta la compañía, el producto interno bruto (PIB) de Falkland podría crecer 300%, explica Ville Peltovuori

Por Susana Oviedo (*) - El hallazgo de hidrocarburos en las Islas Falklands se produjo en 2010 por parte de Rockhopper Exploration, en un pozo en alta mar actualmente operado por la empresa Premier Oil. El pozo se halla en la cuenca Falkland al norte de las Islas, más específicamente en una zona exploratoria denominada Sea Lion.

 El descubrimiento de petróleo y su futuro desarrollo han tensado aún más las relaciones entre las Islas Falklands/Malvinas y Argentina respecto a la disputa de soberanía sobre las Islas y sus recursos.

Si la producción comienza en 2019, como proyecta la compañía, el producto interno bruto (PIB) de Falkland podría crecer 300%, explica Ville Peltovuori, el economista finlandés al servicio del Gobierno de la Isla, que se encarga de analizar los escenarios posibles.

Actualmente, el PIB de este territorio británico de ultramar, de 3.000 habitantes, excluyendo a los 1.500 militares de la base MPA que custodia el archipiélago, es de 200 millones de libras (alrededor de 300 millones de dólares), generado por los ingresos por licencias de pesca en aguas de su jurisdicción, seguido por el turismo y la ganadería ovina. Exportan a Europa 700 toneladas de carne de oveja por año, y mantienen una reconocida producción de lana.

El PIB por habitante es de 33.000 libras (más de USD 50 mil). Solo 20 personas hoy están sin empleo en Falklands, cuenta el joven economista a representantes de la prensa paraguaya. Lo hace en una sala de reuniones muy significativa para los isleños: La “Liberation Room” (Sala de la Liberación), situada en la Secretaría del Gobierno local, en Stanley, capital de Islas Falkland.

Allí fue donde el 14 de junio de 1982 el general Mario Benjamín Menéndez formalizó la rendición argentina firmando el acta -cuya copia se exhibe en la pared- reconociendo la derrota y poniendo fin a la guerra de las Malvinas por la soberanía del archipiélago iniciada el 2 de abril cuando la invasión argentina a las Islas, y su recuperación por el Reino Unido 74 días más tarde.

Los habitantes de este lugar hoy tienen un ingreso promedio anual de 20 mil libras (más de USD 30 mil), y ahora tienen al petróleo como algo que les genera mucha expectativa, pero también incertidumbre, en medio de la apacible vida que llevan, la que cambia levemente solo con la llegada de los turistas en grandes cruceros que surcan el sur del Atlántico, o en vuelos provenientes de Punta Arenas (Chile) o directamente del Reino Unido.

Unos 40 mil turistas al año reciben las Islas Falkland, atraídos por el rico ecosistema, la cultura conservacionista, y especies de su fauna marina.

El desafío para el Gobierno local hoy es cómo administrar un posible boom que presienten originará la producción de petróleo. Por ahora, además de concentrarse aún en estudiar el impacto ambiental, ajustarse a todos los estándares para una explotación sustentable del hidrocarburo, mantener la preservación de las especies, también preparan la infraestructura que será necesaria.

Uno de los temores es que los apenas 200 pobladores que se dedican a la actividad agropecuaria la reemplacen por otras vinculadas a la producción de petróleo, y queden desabastecidos de hortalizas y carnes. En la oeste, de las dos grandes islas del archipiélago se cuenta con más de 80 estancias pequeñas. En el lado este, donde está Stanley, crece la zona urbana y concentra a cerca del 80% de la población. 600 personas son inmigrantes con permiso de trabajo (no tienen residencia permanente).

“Seguimos necesitando más gente. Si vamos a tener producción de petróleo, vamos a necesitar más personas”, describe la situación el economista Peltovuori, lo que hace que hoy 20% de la población tenga 2,3 o más trabajos. La falta de mano de obra obliga a buscarla en el Reino Unido, en Chile o en islas como Santa Elena (donde murió Napoleón Bonaparte), de donde son 15% de los migrantes. “Las empresas siempre piden más trabajadores, porque no hay suficientes personas aquí”, expresa el economista.

En la isla sse pagan muy pocos impuestos, dice. No tienen IVA (impuesto al valor agregado) y los servicios de salud son gratuitos.

En cuanto a la pesca, hay que obtener una licencia y para eso se precisa un socio local. La mayoría de las empresas son de propiedad local y otras de España, Taiwán, Corea, dedicadas a pescar calamares y otras especies en aguas de jurisdicción de las Islas. En 1987 Falklands estableció una zona de conservación económica de su territorio marino y comenzaron a controlar a los barcos de pesca, que debieron pagar las licencias para capturar en las aguas de su jurisdicción.

“Es uno de los recursos de pesca mejor gestionados en el mundo en forma sustentable. El gobierno destina 7% de sus recursos al control y estudios científicos de pesca, considerando que es uno de los recursos que sustenta la autonomía económica de Falkland”.

“El gobierno de Reino Unido no manda dinero aquí. Ni nosotros pagamos nada al Reino Unido”, aclara Ville Peltovuori, que también está trabajando en el objetivo que tiene el Gobierno local de diversificar la economía, apuntando a la industria del conocimiento y acuacultura.

El desafío para él y los cerca de 500 funcionarios que emplea el Gobierno local es hallar la fórmula para que la imagen y la economía de Islas Falkland, que se basa en el respeto del medio ambiente, no se vean alterados por la producción petrolífera, que para arrancar solo espera mejores precios del producto. Entretanto, empresas de Gran Bretaña, Estados Unidos e Italia se preparan para iniciar este año nuevas exploraciones en busca del hidrocarburo. Un nuevo renglón que ellos saben, traerá cambios al archipiélago.

Las condiciones de vida de los pobladores son buenas: hay 166 ovejas por cada habitante, manejan el 10% de la pesca del calamar mundial y acaban de encontrar petróleo a gran profundidad del mar, lo que supone toda una preocupación de los

(*) Susana Oviedo es una periodista del diario Ultima Hora de Paraguay, invitada a las Falklands/Malvinas desde donde está enviando notas sobre sus impresiones