El gobierno de Japón redujo su evaluación económica global por primera vez en cinco meses en momentos en que el consumo privado lucha por recuperarse de la debilidad causada por la subida del impuesto sobre las ventas.
Tokio revisó a la baja el viernes su visión sobre el consumo privado, que representa alrededor del 60% de la economía, diciendo que cree que el gasto del consumidor está haciendo una pausa, aunque cree que la tendencia de recuperación se mantiene intacta.
La evaluación viene tras una racha de indicadores débiles, incluidos un declive en el gasto de los hogares, lo que ha aumentado las dudas sobre la fuerza de un rebote previsto en el trimestre en curso, un factor crucial para la decisión del primer ministro Shinzo Abe sobre si procede con una segunda subida de impuestos durante el próximo año.
El jueves, Japón reportó que las exportaciones se debilitaron en agosto, mientras que una encuesta mostró que la confianza entre los fabricantes cayó este mes a su nivel más bajo en casi dos años.
La economía japonesa está en una recuperación moderada, mientras que la debilidad se puede ver en algunas áreas, dijo la Oficina del Gabinete en su reporte económico mensual para septiembre.
Eso se compara con la evaluación del mes anterior donde dijo que la economía estaba en una recuperación moderada y que un declive de la demanda ocasionada por el alza impositiva se estaba suavizando. Esta fue la primera revisión a la baja desde abril en la evaluación económica del Gobierno, que había sido elevada en julio.
En contraste, el Banco de Japón mantuvo su visión económica este mes, diciendo que la economía sigue una recuperación moderada a pesar de una disminución de la demanda después del alza impositiva.