La caída del Producto Interno Bruto (PIB) nipón en julio-septiembre, que sumergió a Japón en la recesión técnica por los efectos de una histórica subida del IVA, aboca al país a la convocatoria inminente de unas elecciones anticipadas.
El gobierno de Japón redujo su evaluación económica global por primera vez en cinco meses en momentos en que el consumo privado lucha por recuperarse de la debilidad causada por la subida del impuesto sobre las ventas.