El Petróleo Intermedio de Texas para entrega en julio subió un 0,77 % y cerró en los 107,26 dólares el barril en una nueva jornada de escalada de los precios a causa del conflicto en Iraq y su posible impacto en el suministro de crudo, apuntándose un ascenso semanal del 0,32 %.
El ataque de los yihadistas sunitas a la principal refinería iraquí, en Baiji, muestra su creciente impacto en la estabilidad del país, el suministro de energía y los ingresos del gobierno.
La ofensiva del grupo Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) podría acabar afectando a la economía de todos los países, porque Irak es el segundo productor de crudo mundial y se espera que contribuya a más de la mitad del aumento de la producción que requiere la economía mundial en los próximos 5 años.
Aunque los combates, en el norte, no han afectado a los grandes campos petroleros del sur, de los que sale el 90% de la producción iraquí, el precio del petróleo alcanzó esta semana los 115,10 dólares el barril de crudo Brent, el más alto desde el 9 de septiembre de 2013, y las perspectivas a largo plazo inquietan seriamente a los analistas.
Éstos coinciden en que sería muy difícil sustituir las exportaciones iraquíes -2,5 millones de barriles al día- si fueran suspendidas. Si toda la producción iraquí se pierde durante un período duradero, el impacto en los precios sería significativo, dijo el banco Morgan Stanley en una nota de análisis.
”La capacidad efectiva de repuesto de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) podría remplazar parte de ese volumen, pero a un coste sustancial”, agregó.
La Agencia Internacional de Energía estima que la OPEP tiene una capacidad de repuesta de 3,3 millones de barriles diarios, el 80% procedente de Arabia Saudita. El petróleo significa el 75% del Producto Interior Bruto de Irak, de acuerdo al Fondo Monetario Internacional.