El Yuan cada vez más utilizado lejos de las fronteras chinas, podría algún día sumarse al dólar como divisa de reserva de los grandes bancos centrales, aunque para ello Pekín deberá acentuar sus reformas financieras, advierten los expertos.
La convertibilidad del renminbi -o moneda del pueblo, el otro nombre del Yuan- está muy controlada por las autoridades de Beijing, que quieren evitar flujos de capitales desordenados, por lo que su tasa de cambio fluctúa en una banda estrecha.
Pero China no esconde su intención de que su moneda desempeñe un creciente rol internacional, a medida que emprende ambiciosas reformas para liberalizar las transacciones financieras en el país. Esas reformas centraron las conversaciones el martes en Pekín entre el secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, y el primer ministro chino, Li Keqiang.
Es importante que China reitere de forma decidida su compromiso de ir hacia tipos de cambio definidos por el mercado, y hacia un sistema de convertibilidad más transparente, afirmó Lew.
Los esfuerzos de Beijing se han concentrado sobre todo en Hong Kong, una región administrativa autónoma, para convertirla en un centro donde se pueda cambiar libremente el yuan y se puedan emitir obligaciones de empresa en moneda china.
También la zona franca inaugurada el año pasado en Shanghai puede constituir un laboratorio para la libre convertibilidad del yuan.
El renminbi tiene el viento en popa [...] Si China sigue aplicando sus reformas financieras y económicas, el Yuan se convertirá en divisa de reserva viable y potencialmente importante afirma Eswar Prasad, profesor de la Cornell University en Estados Unidos, y que dirigió la división China del Fondo Monetario Internacional.
Según Prasad algunos bancos centrales -entre ellos los de Nigeria, Chile, Corea del Sur y Japón- ya tienen Yuanes en sus cajas, lo que demuestra la importancia de las relaciones económicas y comerciales de estos países con el gigante asiático.
El tipo de cambio del Yuan puede variar cada día solamente 2% de un lado u otro respecto a una tasa determinada por el Banco Central, una tasa media que refleja la dirección deseada por el gobierno y sus intenciones explica Jiang Shu, analista del Industrial Bank, un banco chino.
Al margen de estas polémicas, el renminbi atrae, la economía china podría alcanzar a la de Estados Unidos en diez o quince años, y las inversiones a largo plazo operarán en consecuencia, afirma Prasad.