El gobierno argentino expresó hoy su apoyo “incondicional” a Paraguay para que logre su “plena reincorporación” al Mercosur. Argentina expresó su disposición para facilitar las relaciones con los demás socios del bloque regional con el fin de que su regreso sea “a la mayor brevedad posible”.
Así lo manifestó el jefe de Gabinete del Ejecutivo de Cristina Fernández, Juan Manuel Abal Medina, durante la inauguración este jueves en Buenos Aires de la Primera Reunión Binacional de Ministros y Primera Reunión de gobernadores de la Frontera Común de Argentina y Paraguay.
Empero nada trascendió sobre los inconvenientes surgidos con el tráfico de barcazas paraguayas por la hidrovía del Paraná al puerto uruguayo de Nueva Palmira, luego de un paquete de medidas de seguridad exigidas por Argentina y que implican un fuerte aumento de costos para los exportadores guaraníes.
“Argentina ofrece a Paraguay su incondicional apoyo para facilitar el relacionamiento con los demás socios e impulsar los trabajos necesarios para su plena reincorporación al Mercosur”, aseguró Abal Medina, que estuvo acompañado en el acto por el canciller argentino, Héctor Timerman, y el ministro paraguayo de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga.
El jefe de Gabinete reiteró el “fuerte interés” de Argentina por el regreso al Mercosur de Paraguay, cuya participación fue suspendida temporalmente tras la remoción por juicio político del ex-presidente paraguayo Fernando Lugo en junio de 2012.
Mercosur, formado entonces por Argentina, Brasil y Uruguay decidió suspender a Paraguay “en castigo” por el cese de Lugo, al tiempo que integraba a Venezuela al bloque, un ingreso que el Senado paraguayo había bloqueado durante años y luego confirmara con un voto aplastante.
Abal Medina, asimismo, destacó los “lazos históricos” que unen a ambos países y subrayó la necesidad de “sentar las bases de un hito histórico” en la relación entre ambas naciones.
En la misma línea se expresó Timerman, quien subrayó la importancia del encuentro de hoy para que ambos países estén “más unidos y homogéneos”.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, aseguró que la reunión “no hace más que testimoniar el inicio de una relación estrecha, sincera y constructiva”. Agregó que ”queremos mantener una relación que nosotros y el presidente de nuestra República ha definido como de 'ganar-ganar' para que ambos países puedan obtener los beneficios”.
El encuentro del jueves fue convocado por los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y Paraguay, Horacio Cartes, en el marco de la visita realizada por el mandatario paraguayo a Argentina el pasado 10 de septiembre.
La Primera Reunión Binacional de Ministros está compuesta por titulares de ambos gabinetes nacionales además de secretarios de Estado y altas autoridades, junto con los respectivos equipos técnicos.
En paralelo se lleva a cabo la Primera Reunión de Gobernadores de la Frontera Común, donde estarán representadas las provincias argentinas de Salta, Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones y los departamentos paraguayos de Boquerón, Presidente Hayes, Central, Ñeembucú, Misiones, Itapúa y Alto Paraná.
Loizaga viajó acompañado por los ministros de Obras Públicas, Gustavo Leite; de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia; y Agricultura, Jorge Gattini, para tratar temas de pasos fronterizos, infraestructuras, gestión de aduanas, seguridad y otros.
Según un comunicado de la Presidencia paraguaya, en la agenda bilateral figura la construcción de puentes sobre el río Paraguay y el río Paraná, a fin de impulsar un mayor intercambio e intensificar el tránsito de personas y mercaderías entre las partes.
Además, se prevén trabajos de mejora de los actuales pasos fronterizos, en las cabeceras de los puentes internacionales existentes y en las oficinas de aduanas.
El combate a los crímenes trasnacionales, migraciones y acceso a Internet conforman también la agenda establecida por los dos gobiernos.
Sin embargo en las declaraciones oficiales nada se dice sobre las medidas de la Prefectura Naval argentina que obligan a reducir el número de barcazas que forman convoyes en la hidrovía desde Rosario al Río de la Plata.
“Vamos a perder un mes de viaje por carga-viaje ya que la mitad quedará varada. Esta operación hará que paguemos al amarradero 500 dólares por cada barcaza cada día”, detalló Guillermo Ehreke, representante del Centro de Armadores del Paraguay.
El problema central está focalizado en un nuevo argumento de “medidas de seguridad” que impone Argentina, para las flotillas paraguayas, algo que no ocurre con sus propias embarcaciones.
Los argentinos habilitan que los convoyes con productos que bajan de Paraguay circulen en grupos de hasta 30 barcazas. Sin embargo, a partir de Rosario -unos 300 km al noroeste de Buenos Aires- reduce esa cantidad a 16 alegando “medidas de seguridad”. Ahora la Prefectura extremó esa condición y solo podrán bajar en grupos de ocho y tendrán que esperar en Rosario.
“Bloquear hacia Palmira es irracional”, enfatizaron los paraguayos quienes reconocen a la terminal –ampliada en los últimos dos años- como vital para la salida al exterior de sus productos, así como la importación de insumos.