Meta, la empresa de Mark Zuckerberg propietaria de los gigantes de las redes sociales Facebook e Instagram, no se opondrá a publicaciones que llamen a la violencia si están dirigidas a la Federación Rusa o a los miembros de su gobierno, en particular al presidente Vladimir Putin, cuya muerte puede desearse libremente.
Ante el anuncio del CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, esta semana de que la compañía cambiaría su nombre a Meta, la percepción pública parece haber identificado rápidamente que la decisión -puramente cosmética- era una respuesta a una cuestión de imagen pública que alcanzó mínimos históricos.