Las autoridades peruanas reabrieron el miércoles la ciudadela inca de Machu Picchu tras 25 días de cierre como consecuencia de la creciente violencia desde la destitución de Pedro Castillo Terrones y las consiguientes protestas exigiendo la dimisión de la presidenta Dina Boluarte y nuevas elecciones, entre otras medidas.
Las autoridades peruanas prevén reabrir el miércoles la ciudadela inca de Machu Picchu, cerrada desde hace semanas por precaución en medio de la creciente violencia en todo el país tras la destitución el 7 de diciembre de Pedro Castillo Terrones y las consiguientes manifestaciones para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y nuevas elecciones, entre otras medidas.
Los operadores de la ciudadela inca de Machu Picchu, en Perú, han acordado aumentar la capacidad del sitio de 4.000 a algo más de 5.000 turistas tras las protestas de los viajeros, según se anunció el jueves.
Las autoridades peruanas decidieron este miércoles aumentar en un tercio la capacidad de las ruinas arqueológicas de Machu Picchu, en una medida para ayudar a la recuperación del lugar tras años de restricciones por la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias económicas.
Las autoridades peruanas han garantizado que los servicios turísticos permanecerán operativos en Machu Picchu a pesar de la reciente declaración de emergencia por parte del gobierno federal.
La Corte Suprema de Perú confirmó este lunes que la propiedad de las ruinas de la ciudadela inca de Machu Picchu pertenece el Estado peruano y no a una familia que reclamaba ser la titular de 22.000 de las 35.000 hectáreas donde está el parque arqueológico, anunció el Ministerio de Cultura en un comunicado.
En los últimos años, distintas publicaciones internacionales han posicionado a Santiago de Chile como uno de los destinos turísticos emergentes en el mundo, dejando atrás su imagen como un lugar casi exclusivamente de paso hacia otros atractivos en el norte y el sur del país.