El ex presidente brasileño Lula da Silva afirmó sentirse el “trofeo” de la operación anticorrupción Lava Jato, por la que cumple una pena de más de 12 años, durante un interrogatorio judicial que supuso su primera salida de prisión.
Los años dorados en los que el Partido de los Trabajadores del Brasil era un referente internacional para la izquierda de toda América Latina parecen ahora soterrados bajo la victoria de Jair Bolsonaro.
Uno en Sao Pablo y el otro en Rio de Janeiro; los candidatos Jair Bolsonaro y Fernando Haddad emitieron sus votos esta mañana con la confianza que impulsan las encuestas al primero, y la esperanza del segundo de revertir esta ventaja, advirtiendo la amenaza que Bolsonaro representa para la democracia de Brasil en las elecciones presidenciales mas polarizadas de la historia reciente del país.
La amplia ventaja en los sondeos que tiene el conservador Jair Bolsonaro frente al progresista Fernando Haddad, su rival en las presidenciales en Brasil, llevaron al primero a preocuparse más con su eventual Gobierno y al segundo a buscar más votos.
La evaluación es de la especialista en relaciones internacionales Andrea Ribeiro Hoffmann, profesora de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Río de Janeiro y para quien Bolsonaro puede “revertir” todo lo impulsado en política exterior por los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con Lula (2003-2010) y después con su ahijada política Dilma Rousseff (2011-2016).
A escasos días de la segunda vuelta electoral, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, con un pie en el Palacio del Planalto según encuestas, volvió a encender su retórica “agresiva” al advertir que los “marginales rojos serán prohibidos” en Brasil.
El derechista Jair Bolsonaro se mostró amigo el domingo de la población homosexual y el socialista Fernando Haddad reforzó su actividad en Sao Paulo, la ciudad más rica y poblada de Brasil, como parte de las nuevas estrategias de sus campañas, a dos semanas de la segunda vuelta presidencial.
El Ministerio Público Federal de Brasilia abrió una investigación contra Paulo Guedes, asesor económico del candidato ultraderechista a la presidencia Jair Bolsonaro, por sospechas de fraude con fondos de pensión de empresas estatales, según reveló la prensa paulista.
El candidato de derecha Jair Bolsonaro obtuvo más de la mitad de los votos en los estados de Sao Paulo y Rio de Janeiro, dos de los más ricos del país. En tanto su adversario Fernando Haddad, triunfó en los estados pobres del nordeste, el tradicional feudo electoral de su mentor, el ex presidente Lula da Silva (2003-2010) , quien cumple 12 años de condena por corrupción.
El centroizquierdista Ciro Gomes, un temperamental abogado y caudillo del nordeste, podría tener, con sus 12,5% de votos, la llave de la presidencia de Brasil. A sus 60 años, este jefe de una poderosa familia del estado de Ceará, se dejó la piel en su intento de posicionarse como una tercera vía entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado ex presidente Lula da Silva.