La campaña electoral colombiana se ha convertido en un asunto judicial por las denuncias de financiación ilegal, espionaje y sabotaje que afectan a las candidaturas mejor situadas en las encuestas sobre intención de voto cuando faltan sólo dos semanas para los comicios.
Los escándalos, uno de espionaje y otro de narcos, crispan el final de la campaña presidencial de Colombia y desatan acusaciones de guerra sucia entre los dos favoritos: el mandatario Juan Manuel Santos y el opositor Óscar Iván Zuluaga.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos aceptó la renuncia del estratega de propaganda de su campaña para la reelección, el venezolano Juan José Rendón, presentada tras revelarse una gestión suya para la entrega de narcotraficantes, por la que habría recibido 12 millones de dólares.
El polémico asesor electoral, JJ Rendón, que está al servicio del presidente colombiano Juan Manuel Santos, habría recibido 12 millones de dólares de unos poderosos capos narcos para que les ayudara a negociar su entrega a la Justicia y el desmantelamiento de sus organizaciones, a cambio de rebaja de penas y otras gabelas.