El polémico asesor electoral, JJ Rendón, que está al servicio del presidente colombiano Juan Manuel Santos, habría recibido 12 millones de dólares de unos poderosos capos narcos para que les ayudara a negociar su entrega a la Justicia y el desmantelamiento de sus organizaciones, a cambio de rebaja de penas y otras gabelas.
Ocurrió entre el 2010 y el 2011 y los jefes de 'Los Rastrojos' no alcanzaron ningún acuerdo. Pero ahora Javier Calle Serna -uno de los dos hermanos conocidos con el alias de Comba en el mundo del hampa-, ha declarado en Estados Unidos, país con el que sí consiguió un pacto y donde está preso, que JJ Rendón recibió esa elevada suma de dinero.
El mago de las campañas, el artífice del triunfo de Santos en el 2010, que no tiene el menor reparo en recurrir a la propaganda sucia cuando es necesario, niega la acusación. Al periodista Daniel Coronell, que destapó los hechos, le dijo que si bien es cierto que medió entre Santos y los mafiosos, lo hizo sin cobrar un solo dólar. Si alguien se llevó dinero, agregó, es su ex socio, Germán Chica, un alto funcionario del gobierno y persona muy cercana al Presidente.
Para afianzar su tesis, asegura que Chica hacía gastos desorbitados, muy por encima de sus posibilidades. Lo que se calló es que él mismo compró en el 2011 un Penthouse en Miami de cuatro millones de dólares, pagados al contado, según reveló Coronell.
La ex fiscal General del Estado colombiano, Vivianne Morales, confirmó las gestiones que se hicieron en su día, impulsadas por el Presidente Santos, aunque afirmó que del dinero no sabe nada. Si no llegaron a buen puerto, declaró, fue porque no pudo ofrecer a los capos de Los Rastrojos y a otros jefes, nada distinto a 20 años de cárcel.
En Estados Unidos, sin embargo, un mafioso de alto perfil puede estar solo cinco años tras las rejas si da suficiente información para desmantelar rutas y cárteles, además de entregar parte de su fortuna al Tesoro norteamericano. De ahí que Calle Serna optara por ese país.
Además de dicho delincuente, pretendían someterse a la Justicia Diego Rastrojo, Cuchillo, El Loco Barrera y Luis Enrique Calle Serna. El primero fue capturado y está encarcelado en Colombia, al segundo le mató la policía y los dos últimos siguen libres. De hecho, son dos de los más fuertes en narcotráfico, un dudoso honor que comparten con la banda de Los Urabeños.
En esta nación es habitual que los grandes capos, cuando se sienten acorralados y temen que uno de los suyos les traicione por las elevadas recompensas que ofrecen por sus cabezas, busquen una salida negociada. Ya no siguen la máxima de Pablo Escobar de que era preferible una tumba en Colombia que una celda en EEUU. Hoy en día logran acuerdos tan ventajosos, que casi siempre prefieren ir al país del norte.
Sin ir más lejos, Patiño Fómeque, uno de los principales jefes del cartel del Norte del Valle, del que eran miembros los Calle Serna, solo permaneció un lustro detenido. Confesó lo indecible y logró esa pena ridícula para sus incontables crímenes. Con todo, cantar le salió caro a los suyos porque sus rivales y ex socios asesinaron en represalia a unos treinta miembros de su familia.
Ahora es Javier Serna Calle el que está soltando la lengua, lo que suele suponer revelaciones escandalosas, como la que atañe a JJ Rendón, nuevas capturas y entregas voluntarias. Por el momento está en el aire el futuro de JJ Rendón. Santos le necesita porque va mal en las encuestas, pero mantenerlo a su lado puede dañar su ya de por sí debilitada imagen.