La violencia xenófoba va en aumento en la zona chilena de Iquique y está dirigida específicamente a los migrantes venezolanos. Iquique es a donde llegan la mayoría de los indocumentados provenientes de Bolivia.
Un incendio en Iquique, en la región de Tarapacá, dejó a unos 400 chilenos sin hogar, incluidos 15 heridos el lunes, pero no se reportaron víctimas mortales. Cuando las cosas parecían volver a la normalidad, un segundo incendio no muy lejos del anterior se sumó a la pesadilla de los lugareños.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) pidió este sábado al Gobierno de Chile que garantice y proteja los derechos de los niños migrantes, luego de incidentes violentos que involucraron a ciudadanos extranjeros en la ciudad puerto de Iquique, a la que arriban habitualmente contingentes de migrantes indocumentados.
El arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, manifestó estar totalmente de acuerdo con la decisión adoptada por el Papa Francisco respecto de expulsar al arzobispo emérito de La Serena, Francisco Cox, y al obispo emérito de Iquique, Marco Órdenes.
Unas diez mil viviendas, 1.147 irreparables, arrojó el primer catastro a las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, azotadas por un terremoto de 8,2 grados Richter y al día siguiente por una réplica de 7,6 grados Richter, según lo informado por la ministra de la Vivienda, Paulina Saball.
Miles de chilenos revisaban este miércoles los daños causados en la zona norte de Chile, a la vuelta a sus casas tras ser evacuados por una alerta de tsunami declarada el martes después del terremoto de 8,2 grados en la escala de Richter que causó seis muertos.