Un grupo de nueve víctimas del cura chileno pedófilo Fernando Karadima se reunirá a comienzos de junio en el Vaticano con el papa Francisco. El pontífice ajusta una profunda reestructuración de la Iglesia católica de Chile, sumida en una enorme crisis tras una serie de escándalos de abusos sexuales.
La diócesis de Rancagua, sur de Chile, informó el martes que decidió suspender a 14 sacerdotes involucrados en presuntos delitos sexuales. Las medidas se adoptaron tras un nuevo escándalo que involucra a miembros de la Iglesia Católica chilena, el cual fue destapado por una investigación periodística de el canal T13, que dio cuenta de abusos sexuales y conductas impropias por parte de un grupo de religiosos de Rancagua, quienes pertenecerían a una cofradía llamada La Familia.
“Dios te hizo así, y él te quiere” es la frase que el papa Francisco le dijo a un hombre gay, según refirió este. Fue recibida por la comunidad LGBT como una nueva señal de Jorge Bergoglio de hacer sentir a los gays acogidos.
El sacerdotes español Jordi Bertomeu, que participó en la redacción del informe sobre abusos a menores en Chile, afirmó en Roma que la decisión del papa Francisco de convocar a los obispos chilenos al Vaticano es excepcional.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo del diálogo nacional para superar la crisis sociopolítica en el país, advirtió que ha comenzado una revolución no armada y demandó al Presidente Daniel Ortega a que retire a la Policía a sus cuarteles.
El gobierno de Daniel Ortega enfrentó más protestas populares en su contra, mientras el ejército y el episcopado presionan por una salida política que ponga fin a la crisis que dejó más de 50 muertos en menos de un mes en Nicaragua. A la espera de que se concreten las conversaciones, el Ejército tomó distancia del mandatario al anunciar que sus efectivos no reprimirán a los manifestantes antigubernamentales.
Las tres víctimas chilenas de abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima pidieron al papa Francisco “acciones ejemplares” contra abusadores y encubridores que han desacreditado a la Iglesia católica en todo el mundo.
Un grupo de personas salió este miércoles a las calles de Managua, por decimoquinto día, para exigir justicia por las muertes durante los pasados enfrentamientos y la renuncia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y de su esposa, la vicepresidenta, Rosario Murillo.
El papa Francisco inició este viernes en el Vaticano la ronda de reuniones especiales con las tres víctimas de abusos sexuales cometidos en Chile por el cura Fernando Karadima. ”Vamos a aportar nuestro grano de arena. Que ojalá sea el fin de la cultura de abuso y encubrimiento por parte de los obispos en la iglesia”, declaró a la prensa Juan Carlos Cruz, quien estaba acompañado por James Hamilton y José Andrés Murillo, las otras dos víctimas invitadas por el Papa.
El gobierno de Daniel Ortega liberó este martes a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo a un canal censurado, en un intento de contener la peor crisis en sus más de once años de mandato que dejó 27 muertos en menos de una semana. El gobierno estadounidense endureció su tono y condenó el uso de la represión en las manifestaciones y la censura a los medios.