
El Partido de los Trabajadores (PT) brasileño se encuentra analizando los pasos a seguir de cara a las elecciones de octubre, apuntando sus dardos de campaña, entre otros, hacia la justicia electoral que inhabilitó a su candidato, el preso “Lula” da Silva.

El máximo tribunal electoral de Brasil prohibió este viernes al encarcelado ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva participar en la elección presidencial de este año debido a su condena por cargos de corrupción. La decisión ampliamente esperada remueve un manto de incertidumbre sobre la elección más incierta de Brasil en décadas, aunque los abogados de Lula habían dicho que apelarían una decisión adversa ante la Corte Suprema.

La defensa de Luiz Inácio Lula da Silva retiró un pedido de excarcelación del ex mandatario brasileño ante la corte suprema, para evitar que el tribunal discuta al mismo tiempo la validez de su candidatura en las elecciones de octubre.

En octubre próximo Brasil concurrirá nuevamente a las urnas para escoger a quien será su próximo presidente, por lo que la presentación de los primeros precandidatos a la carrera por el Palacio Planalto ya comenzó. El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) lo sabe y en enero pasado ya respaldó las aspiraciones de su representante por defecto, Luiz Inácio Lula da Silva.

En medio de una ola de protestas y adversas encuestas de opinión pública, la presidente brasileña Dilma Rousseff visitó el aún inconcluso Estadio Arena del Corinthians cuando faltan 35 días para el inicio de la Copa del Mundo.