En octubre próximo Brasil concurrirá nuevamente a las urnas para escoger a quien será su próximo presidente, por lo que la presentación de los primeros precandidatos a la carrera por el Palacio Planalto ya comenzó. El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) lo sabe y en enero pasado ya respaldó las aspiraciones de su representante por defecto, Luiz Inácio Lula da Silva.
El problema es que el ex Mandatario debe ingresar a la cárcel, luego de que el miércoles el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiera rechazar su solicitud de apelar en libertad a una sentencia de 12 años de prisión que mantiene pendiente.
Lula es inocente y eso será proclamado en un juicio justo, afirmaron desde la colectividad tras conocerse el fallo. Aunque anteriormente sus principales personeros han asegurado que no poseen un plan b en caso de que Lula no pueda ser candidato, (la ley estipula que un condenado en segunda instancia no puede postular a cargos electivos), lo cierto es que el partido se ha visto obligado a buscar entre sus mangas alguna carta de reemplazo.
Entre ellos se encuentra: Fernando Haddad, descendiente de libaneses, a sus 55 años es considerado el delfín de Lula. El ex Presidente lo eligió para disputar la alcaldía de São Paulo - el motor de la economía brasileña - en 2012, la que ganó con 56% de los votos.
Es abogado con magíster en Economía y un doctorado en Filosofía en la Universidad de São Paulo. Se desempeñó como jefe de gabinete de la Secretaría de Desarrollo Económico y de Hacienda de São Paulo. Más tarde sería nombrado ministro de Educación en los dos gobiernos PT. Integra el equipo que coordina la elaboración del programa de gobierno de la precandidatura de Lula.
“Todos hablan de él como el plan B del PT en 2018, menos él mismo, que subraya su lealtad a Lula”, destacaba en agosto el Diario de Noticias. Haddad no figura entre los nombres involucrados en las investigaciones de la operación Lava Jato, aunque a comienzos de año fue acusado de presuntamente no haber declarado ante la Justicia Electoral gastos de campaña cuando fue candidato.
Jaques Wagner: hijo de militantes del Partido Comunista de Polonia que tuvieron que huir del régimen nazi, Wagner de 67 años posee un alto prestigio en la cúpula del PT. Tiene fama de ser buen negociador y contaría con una gran habilidad para el manejo de crisis. Fue dirigente estudiantil y perseguido por la dictadura militar. Conoció a Lula en 1980, cuando se desempeñaba como líder sindical. Ayudó al ex Presidente a fundar el PT y la Central Única de los Trabajadores. Ocupó las carteras de Trabajo, Secretaría de Relaciones Institucionales, Defensa y de Casa Civil durante las gestiones del PT. Además, fue electo gobernador de Bahía por dos periodos. Su experiencia en la política le vale ser uno de los que recibiría más apoyo, según el diario Gazeta do Povo. Wagner fue citado en las delaciones en torno al caso Odebrecht. El político fue acusado de haber recibido varios millones de reales de la constructora para su campaña en Bahía en 2010. Sin embargo, el Ministerio Público no ha abierto una investigación en su contra.
Ciro Gomes: ha sido alcalde, diputado, gobernador, ministro de Hacienda de Itamar Franco, de Integración Nacional de Lula y dos veces candidato presidencial. Abogado de la Universidad Federal de Ceará y economista de Harvard, Gomes de 60 años comenzó su vida política como dirigente estudiantil. Ha militado en siete partidos, incluyendo el socialdemócrata y el PMDB, y actualmente es precandidato del Partido Democrático Laborista de Brasil (PDT). Aunque según analistas, nada impide que se pase al PT si Lula es inhabilitado. Es conocido por no tener pelos en la lengua. Se autodefine como el Emmanuel Macron (Presidente francés) brasileño, y no tiene cargos de corrupción en su contra. Sin embargo, en diversas ocasiones, este político ha criticado al PT por respaldar las movidas políticas de Lula e incluso ha cuestionado al ex Mandatario por polarizar a la sociedad brasileña. Según consigna el diario brasileño O Globo, Gomes aseguró a finales de febrero que la naturaleza del PT es “hundirse solo” y que Lula posee un “proyecto personalista”.
Tarso Genro: En el pasado figuró como uno de los principales nombres considerados para suceder a Lula tras su salida del Palacio Planalto. No obstante, sus posibilidades en aquel entonces fueron opacadas por la opción del ex Presidente de nombrar a Rousseff como candidata. Ahora, su nombre vuelve a sonar, principalmente debido a su experiencia política. Fue gobernador de Río Grande del Sur (2011-2015) y titular de las carteras de Educación, Justicia y Relaciones Institucionales durante las administraciones petistas. Además, presidió el partido y no posee ninguna acusación por corrupción en su contra. Aunque no poseería demasiados apoyos al interior de la colectividad como para lanzarse en una disputa presidencial, analistas aseguran que ello podría cambiar en caso de que el máximo rostro del PT sea inhabilitado como candidato.