La era de los reactores nucleares llegó el sábado a su fin en Alemania tras el cierre de las tres últimas centrales de este tipo, mientras el país entra en un nuevo capítulo energético, enfrentado al reto de prescindir de los combustibles fósiles y gestionar al mismo tiempo la crisis del gas desencadenada por la guerra de Ucrania.
Las intenciones de Rusia de instalar plantas de energía nuclear en Argentina dieron un nuevo paso el lunes cuando la agencia Rosatom invitó a funcionarios argentinos a visitar su planta flotante en Siberia.
El carbón deberá dejar de usarse en Alemania para generar energía a más tardar en 2038, según las recomendaciones de una comisión que llegó a un acuerdo tras 21 horas de negociaciones en el Ministerio de Economía. La cúpula de la comisión dijo que el plan de abandono del carbón está dividido en tres etapas, la primera de las cuales deberá cumplirse hasta 2022 con la salida de la red de las centrales más viejas.
El director de la corporación nuclear rusa, Rosatom, Serguéi Kirienko, expresó que Rusia tiene interés en estrechar su cooperación en el campo de la energía nuclear con Argentina y Brasil.