Brasil encara a partir de este mes un año electoral repleto de incertidumbre después de las sucesivas crisis que han hecho tambalear la política brasileña, acorralada por un gigante escándalo de corrupción que puede pasar factura a los partidos. El país enfrenta en octubre sus primeras elecciones desde que saliera a la luz los entresijos del mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, el cual ha salpicado a centenas de legisladores de todo el arco partidario que deberán rendir cuentas ante los electores.
El presidente ruso, Vladímir Putin, acudió el miércoles personalmente a la sede de la Comisión Electoral Central (CEC) para inscribir su candidatura a los comicios de marzo de 2018, donde buscará la reelección. Putin, de 65 años, se personó en la CEC para presentar los documentos necesarios que le permitirán iniciar la recogida de las 300.000 firmas necesarias para registrar formalmente su candidatura, ya que acude a las elecciones como independiente.
El escenario político latinoamericano vivió un año agitado y 2018 promete mantener la tensión al máximo. Una serie de importante elecciones, en varias de las principales economías de la región, prometen mover el valor de los activos de la región en torno a las preferencias políticas de los ciudadanos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el miércoles por la noche fue la estrella de la tercera jornada de la Convención Demócrata, con un emotivo discurso en que alabó la experiencia de la candidata a la presidencia, Hillary Clinton, y no dudó en criticar a los republicanos y su candidato, Donald Trump, por su visión profundamente pesimista de Estados Unidos.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reelegido en 2006 pese a que siempre se opuso a un segundo mandato, dijo en una entrevista que ahora apoya la reelección, pues cuatro años de Gobierno “es muy poco”.
El opositor socialdemócrata José Serra se mantiene como favorito para ganar las elecciones presidenciales del 3 de octubre próximo en Brasil, con el 36 por ciento de las intenciones de voto, frente al 29 por ciento de la ex ministra Dilma Rousseff, abanderada del oficialista Partido de los Trabajadores (PT). El sondeo fue encargado por el diario Jornal do Comercio al Instituto Ibope.