Por Christine Lagarde - Al tiempo que los líderes del G-20 se reúnen en Argentina, la economía mundial atraviesa una encrucijada. Hemos tenido una buena racha de sólido crecimiento según niveles históricos, pero ahora enfrentamos un período en el que se están materializando riesgos significativos y aparecen oscuros nubarrones en el horizonte.
A excepción del Reino Unido y naciones emergentes, 2017 fue un año provechoso para todas las grandes economías avanzadas como Estados Unidos, China e incluso la zona Euro estaba prosperando. No obstante, este no ha sido como tal en lo que va de 2018, debido a que los mercados de valores se desplomaron a nivel mundial ante la preocupación por la desaceleración del crecimiento y los efectos que ha tenido la estricta política monetaria de Estados Unidos.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aumentó el miércoles por tercera vez en el año las tasas de interés apoyada en el vigoroso crecimiento de la mayor economía mundial, informó el comité monetario de la entidad. Las tasas subieron en un cuarto de punto porcentual a un rango de 2% a 2,25%, su mayor nivel en 10 años.
India se convirtió en 2017 en la sexta economía mundial, reemplazando a Francia, indicó el Banco Mundial (BM) en su web. El año pasado el Producto Interior Bruto (PIB) indio alcanzó a US$2,59 billones, frente a los 2,58 de Francia, según cifras actualizadas en junio.
La recuperación económica de la Eurozona está ganando terreno y algunos datos apuntan a un fuerte impulso en el primer trimestre, pese a la incertidumbre sobre el Brexit, el reequilibrio de China y las nuevas políticas de Estados Unidos, que nublan el panorama, dijo el jueves el Banco Central Europeo.