Algunos de los mayores acreedores internacionales de Argentina, incluyendo T Rowe Price, Eaton Vance y GMO, mantuvieron conversaciones informales esta semana sobre cómo responder al plan del presidente Mauricio Macri de demorar el pago de deudas por US$ 101 mil millones. Llegaron a la conclusión que sería inútil negociar con un gobierno que sufre el síndrome del “pato rengo”.
Este martes, el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, confirmó que se iniciaron conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener una línea de apoyo financiero para el país. Sin embargo, tal como lo indica el medio trasandino La Nación, no es la primera vez que Argentina recurre al organismo internacional y, de hecho, tildó la interacción del país con el FMI como una relación tortuosa.