MercoPress, in English

Sábado, 2 de noviembre de 2024 - 18:19 UTC

 

 

Acreedores internacionales de Argentina prefieren aguardar a Fernández para negociar pago de deudas

Martes, 10 de setiembre de 2019 - 09:46 UTC
La opinión general es que cualquier acuerdo de deuda probablemente se suspenda, a menos que cuente con el aval del candidato presidencial Alberto Fernández La opinión general es que cualquier acuerdo de deuda probablemente se suspenda, a menos que cuente con el aval del candidato presidencial Alberto Fernández

Algunos de los mayores acreedores internacionales de Argentina, incluyendo T Rowe Price, Eaton Vance y GMO, mantuvieron conversaciones informales esta semana sobre cómo responder al plan del presidente Mauricio Macri de demorar el pago de deudas por US$ 101 mil millones. Llegaron a la conclusión que sería inútil negociar con un gobierno que sufre el síndrome del “pato rengo”.

Macri está buscando un “perfil voluntario” de US$ 50 mil millones de deuda a más largo plazo, en su mayor parte de inversionistas extranjeros, y US$ 44 mil millones de préstamos ya desembolsados ​​por el FMI de su rescate de US$ 57 mil millones sin precedentes acordado el año pasado. El gobierno ya ha pospuesto US$ 7 mil millones en pagos de deuda local a corto plazo.

La actual situación argentina fue provocada por una votación primaria que indicó que Macri probablemente perderá las próximas elecciones en octubre.

Los bonistas se comunicaron y discutieron estrategias. La opinión general es que cualquier acuerdo de deuda probablemente se suspenda, a menos que cuente con el aval del candidato presidencial peronista Alberto Fernández, según uno de los participantes de esa llamada en conferencia. Además, el gobierno de Macri todavía no ha presentado ningún tipo de propuesta de reestructuración.

Los acreedores determinaron que no tiene sentido iniciar negociaciones ni tampoco formar una comisión formal con representación legal.

En cambio, durante lo que un inversionista llamó “modo espera”, los bonistas se están concentrando en establecer canales de comunicación con el equipo de Fernández y en contactarse directamente con el FMI, mientras todo el tiempo comparten información entre ellos.

“No tenemos ninguna claridad” sostuvo un acreedor que habló de manera anónima. “Asumir una postura en este momento sería estúpido”, agregó.

Si bien los titulares de bonos no están listos para organizarse en este momento, recalcaron que el plan de Macri de manejar la deuda local de corto plazo probablemente no brinde mucho más que un breve alivio.

“Postergar los bonos seis meses en realidad no resuelve nada”, dijo Mike Conelious, un gestor de carteras de TmRowe Price que participó de la comunicación telefónica, agregando que la situación ideal sería que los equipos de Macri y Fernández presten su apoyo a un plan de mayor envergadura. “Lo que se contempló hasta ahora localmente es a muy corto plazo y es necesario que sea mucho más integral”.

En las semanas transcurridas desde que Macri hizo que sus esperanzas presidenciales se desvanecieran, Fernández se ha quedado boquiabierto sobre su plan económico y la relación que busca tener con el FMI. Los activos argentinos han sufrido bajo el peso de esta incertidumbre, y muchos de los bonos denominados en dólares del país ahora cotizan alrededor de 40 centavos por dólar. Una caída de dos dígitos en el peso frente al dólar estadounidense obligó al gobierno a promulgar una serie de medidas de emergencia, incluidos los controles de divisas.

El caos del mercado y el anuncio del gobierno de un “reperfilamiento” de deuda llevaron a las agencias calificadoras de riesgo Standard & Poor's y Fitch Ratings a emitir un reporte de “default selectivo” y de “default restrictivo” respectivamente. Sin embargo, esas designaciones de cesación de pagos fueron levantadas enseguida porque el gobierno inmediatamente demoró por decreto presidencial los pagos que debía de los bonos a corto plazo. 

Dado que el país todavía no se encuentra en cesación de pagos en lo que respecta a sus deudas externas y que el vacío político se prolongará hasta la elección de octubre, los bonistas recalcaron que podría transcurrir algún tiempo antes de que se pueda hacer un verdadero avance.

Categorías: Economía, Política, Argentina.