El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, realizó una visita a la frontera colombo-venezolana para comprender las dimensiones del éxodo de venezolanos que, según datos de la ONU, 1,9 millones de ellos han dejado Venezuela desde 2015 por la situación económica y social en ese país.
Entre 2015 y 2017, el número de inmigrantes venezolanos en Latinoamérica pasó de 89.000 a 900.000 personas, lo que representa un incremento de más del 900%, según informó la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). En todo el mundo, la inmigración venezolana creció en ese mismo periodo casi un 110%, al pasar de 700.000 personas a 1,5 millones, según la misma fuente.
Al menos 8.000 venezolanos cruzan a diario la frontera entre Colombia y Venezuela hacia el departamento de Arauca, al sureste de Colombia. Aunque el flujo migratorio en este punto no se compara con los treinta o cuarenta mil venezolanos que traspasan el puente Simón Bolívar entre Santander y Táchira cada día, en el Arauca la mayoría de los migrantes llegan en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Cuando de conseguir tratamientos médicos se trata, trabajo provisional, migración por poco tiempo, comprar alimentos o hacer algo más de dinero, Cúcuta ha sido la opción si no perfecta, la más práctica, para muchos venezolanos.