Cuando de conseguir tratamientos médicos se trata, trabajo provisional, migración por poco tiempo, comprar alimentos o hacer algo más de dinero, Cúcuta ha sido la opción si no perfecta, la más práctica, para muchos venezolanos.
Cúcuta es la ciudad colombiana más próxima al límite con San Antonio del Táchira, por la cual han llegado más de 550.000 venezolanos en el último año a residir en Colombia o, en su defecto, la ciudad en la que pueden hacer diversos negocios o conseguir las cosas más básicas para llevar a Venezuela.
Diversos son los oficios que se hacen, se hace cambio de bolívares a pesos colombianos, luego pesos a dólares y luego, los mismos a bolívares para tener ganancia. Los profesionales van algunas veces al mes a ejercer su profesión –médicos pasan consultas u operan-, administradores ayudan a preparar impuestos de empresas y así diversas profesiones, todos a menor costo que el personal colombiano, pero llevando luego más dinero a Venezuela, porque les favorece el cambio.
Existen muchos otros que buscan allí los alimentos y medicamentos necesarios para su hogar u otros, los traen a Venezuela para vender. Ciertamente, los negocios y las fronteras siempre favorecen a los habitantes por algún factor. Por ejemplo, existen los que viven en Alemania, con menor costo de vida y menos impuestos y trabajan en Dinamarca para tener un mejor ingreso.
Otros, hacen sus transacciones en Cúcuta en moneda extranjera, dado que en Venezuela están vetadas las casas de cambio y, dado el éxodo de venezolanos, muchos otros reciben allí las remesas enviadas por familiares del exterior para poder hacer sus compras allí mismo o traer dinero a Venezuela. De una u otra forma, Cúcuta termina siendo la solución a los problemas de muchos venezolanos, aunque con un alto costo económico en muchos casos.