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Gobierno colombiano rechaza cerrar su frontera con Venezuela

Hay al menos 600.000 venezolanos en suelo colombiano, de los cuales muchos están en tránsito hacia Chile, Ecuador o Perú.

Al menos 8.000 venezolanos cruzan a diario la frontera entre Colombia y Venezuela hacia el departamento de Arauca, al sureste de Colombia. Aunque el flujo migratorio en este punto no se compara con los treinta o cuarenta mil venezolanos que traspasan el puente Simón Bolívar entre Santander y Táchira cada día, en el Arauca la mayoría de los migrantes llegan en condiciones de extrema vulnerabilidad.

Las autoridades y los gremios de la región del Arauca colombiano solicitaron al presidente Juan Manuel Santos el cierre de la frontera con el fin de detener la sobrecarga de los servicios públicos y el pase de mercancías contrabandeadas a la entidad. A la zona, que además enfrenta problemas con el control de grupos armados, llegan desplazados de las FARC, paramilitares e indígenas que se están desplazando de sus tribus.

El alcalde de Arauca, Benjamín Cermeño pidió apoyo al gobierno de Santos para buscar una solución. “Lo que yo busco es una solución real y concreta. La solución es que los dos países entren en un dialogo”, dice Cermeño. El martes estuvieron reunidos los alcaldes de los municipios fronterizos con el presidente Santos para discutir las posibles medidas. Sin embargo, se decidió que no se cerraría la frontera.

Hay al menos 600.000 venezolanos en suelo colombiano, advierte Víctor Bautista Olarte, quien es el director de Fronteras de la Cancillería colombiana. Pero esa cifra solo cuenta a los migrantes que pasan por los puestos fronterizos y no a los que pasan por trochas o caminos clandestinos, los cuales abundan en la “porosa frontera”. “Es una realidad regional, porque afecta a otros países vecinos, y requiere soluciones en los foros internacionales”, añade Bautista Olarte ya que muchos de esos migrantes venezolanos se encuentran en tránsito hacia Perú, Ecuador o Chile.

Hace varias semanas se han reportado conflictos entre vecinos de la ciudad fronteriza de Cúcuta y venezolanos que se refugian en canchas polideportivas y en las calles de la ciudad ya que no tienen recursos para seguir el viaje. En la misma ciudad se abrió el Centro de Atención Migratorio en Villa del Rosario para atender a cientos de ciudadanos en condición de vulnerabilidad. El centro se está manteniendo con recursos del mismo Departamento de Santander. Sin embargo, se espera un acuerdo entre Colombia y EE.UU. con la visita del Secretario de Estado Rex Tillerson en la cual se podrían  acordar una asignación fondos para tratar el tema.

Según Bautista Olarte, Naciones Unidas se encuentra asesorando a la cancillería en la logística, aunque el martes la Asamblea Nacional de Venezuela –de mayoría opositora– recomendó a Colombia pedir apoyo a ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. Bautista Olarte alegó que se buscaran medidas migratorias que no consideren el cierre de la frontera.

Actualmente hay albergues mantenidos por la Cruz Roja de Colombia atendiendo a algunos vulnerables.

Mientras tanto, el gobierno venezolano no se ha pronunciado sobre el tema.