La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró, tras la violenta manifestación del martes frente al estadio mundialista de Brasilia, que su gobierno garantizará la seguridad durante la Copa que comenzará dentro de 15 días.
Conductores y cobradores del transporte público de Río de Janeiro y Salvador de Bahía realizan huelgas este miércoles, mientras los gremios analizan paros por tiempo indeterminado a partir de junio, mes en el que se disputará la Copa del Mundo.