Perú se ha unido al proyecto ferroviario transcontinental entre Brasil y China para conectar la costa del Pacífico con el océano Atlántico a través de Sudamérica, ofreciendo una ruta comercial alternativa al Canal de Panamá. Este ferrocarril busca facilitar el transporte de productos brasileños, como soja y minerales, al puerto chino de Shanghái a través del puerto peruano de Chancay, reduciendo la distancia comercial marítima en unos 10.000 km y reduciendo la dependencia del congestionado puerto brasileño de Santos.
Se espera que un megapuerto patrocinado por China al norte de Lima revolucione el comercio entre Asia y América del Sur. La obra pondría en peligro el futuro de las instalaciones costeras en el norte de Chile, que podrían perder parte de su tráfico una vez que se abra el megapuerto de Chancay, cuyas obras están avanzadas en un 93% y se espera que estén terminadas en noviembre.