“Un impuesto mínimo a las multinacionales y la tributación del patrimonio de los más ricos pueden generar valiosos recursos para la acción climática”, insistió Lula El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su preocupación por la crisis climática e instó a los líderes mundiales a reforzar su compromiso con el Acuerdo de París. Realizó estas declaraciones durante la última sesión temática de la Cumbre del Clima celebrada el viernes en Belém.
El mundo aún está lejos de alcanzar el objetivo del Acuerdo de París. El acuerdo se basa en el entendimiento de que cada país hará todo lo posible para evitar que el calentamiento global alcance los 1,5 °C. La pregunta que debemos hacernos hoy es: ¿estamos haciendo realmente todo lo posible? La respuesta es: todavía no, insistió Lula, al cumplirse el décimo aniversario del acuerdo.
El mandatario señaló que América Latina, Asia y África son las regiones con mayor riesgo de volverse inhabitables en las próximas décadas, incluyendo la posible desaparición de islas en el Caribe y el Pacífico debido al aumento del nivel del mar causado por el deshielo de los glaciares. Guardar silencio es condenar una vez más a quienes ya están condenados en la Tierra, afirmó. El presidente destacó además la necesidad de revitalizar los objetivos del Acuerdo de París mediante las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN). Cien países, que representan casi el 73 % de las emisiones globales, han presentado sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional. En su mayoría, las nuevas CDN han logrado avances al abarcar todos los sectores económicos y todos los gases de efecto invernadero. Sin embargo, el planeta aún se dirige hacia un calentamiento de alrededor de 2,5 °C. En lo que respecta a Brasil, Belém será el lugar donde renovaremos nuestro compromiso con el Acuerdo de París, subrayó.
Lula también señaló que es vital no solo implementar lo ya acordado, sino también adoptar medidas adicionales que permitan cerrar la brecha entre el discurso y la realidad.
Asimismo, recalcó que Brasil propondrá que la COP en la Amazonía reconozca el papel de los territorios indígenas y las comunidades tradicionales, así como las políticas de protección, como herramientas de mitigación del cambio climático.
Sobre el tema de la financiación, Lula citó la Hoja de Ruta Bakú-Belém, que propone alternativas para alcanzar el objetivo de 1,3 billones de dólares anuales para la mitigación y adaptación a las catastróficas consecuencias del cambio climático. Hoy en día, solo una pequeña parte de la financiación climática llega a los países en desarrollo. La mayor parte de los recursos se siguen ofreciendo en forma de préstamos. No tiene sentido, ni ético ni práctico, exigir que los países en desarrollo paguen intereses para combatir el calentamiento global y afrontar sus efectos. Esto representa una financiación inversa, que fluye del Sur global al Norte, argumentó.
El líder sudamericano defendió los instrumentos para canjear la deuda de los países por medidas climáticas y señaló que abordar el cambio climático debe considerarse una inversión, no un gasto. Dado que la mayor parte de la riqueza mundial generada en las últimas cuatro décadas ha sido apropiada por individuos y empresas, mientras que los presupuestos nacionales se han reducido, Lula defendió la tributación de las grandes fortunas. Según Oxfam, el 0,1% más rico del planeta emite más carbono en un solo día que el 50% más pobre de la población mundial en todo un año. Es legítimo exigirles una mayor contribución. Un impuesto mínimo a las multinacionales y la tributación de la riqueza de los superricos pueden generar valiosos recursos para la acción climática —añadió—. Los mercados de carbono también podrían convertirse en una fuente de ingresos públicos, sugirió Lula, pero aun así dependerían de una mayor escala si los países adoptan parámetros comunes.
Además, Lula reiteró su defensa de la creación de un Consejo del Clima en el seno de las Naciones Unidas (ONU) y concluyó defendiendo con firmeza el multilateralismo como solución al calentamiento global. Hago un llamamiento a todos ustedes. No hay solución para el planeta fuera del multilateralismo. La Tierra es única, la humanidad es una, por lo que la respuesta debe venir de todos para todos. En lugar de perder la esperanza, podemos construir juntos una nueva era de prosperidad e igualdad.
La Cumbre del Clima reunió a líderes de distintos países en un programa previo a la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará del 10 al 21 de noviembre, también en Pará, capital de la provincia. El objetivo es actualizar y reforzar los compromisos multilaterales para abordar la urgencia de la crisis climática. (Fuente: Agencia Brasil)