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Viernes, 7 de noviembre de 2025 - 15:01 UTC

 

 

Alto economista del FMI analiza la situación económica del hemisferio occidental

Viernes, 7 de noviembre de 2025 - 12:42 UTC
Nigel Chalk analizó el caso de Paraguay durante la presentación de la última edición del informe Perspectivas Económicas para las Américas del FMI Nigel Chalk analizó el caso de Paraguay durante la presentación de la última edición del informe Perspectivas Económicas para las Américas del FMI

En una entrevista con Última Hora de Asunción, Nigel Chalk, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), destacó la importancia de la consolidación fiscal y las reformas estructurales para fortalecer la resiliencia y el potencial de crecimiento, especialmente en un contexto global cambiante. La entrevista coincidió con la presentación del informe Perspectivas Económicas para las Américas del FMI.

 Chalk señaló que el nuevo orden económico enfrenta el aumento de los aranceles estadounidenses y políticas migratorias más estrictas. Si bien la incertidumbre global persiste, el impacto general en América Latina se ha mitigado debido a la relativamente baja exposición comercial de la región al mercado estadounidense, excluyendo a Centroamérica y México. Además, la volatilidad reciente ha disminuido, con una reducción de los diferenciales de deuda soberana, la recuperación de las monedas regionales y la estabilización de los precios de las materias primas.

Por lo tanto, el crecimiento regional se mantuvo estable en el primer semestre de 2025, impulsado por el comercio internacional y un consumo sólido. El FMI prevé un crecimiento regional del 2,4 % para 2025, con una ligera moderación prevista para 2026. La convergencia hacia los objetivos de inflación continúa, aunque a un ritmo más lento debido al aumento de los costos laborales y a la persistente inflación subyacente. Se espera que la inflación regional se estabilice este año y que su tendencia sea a la baja hasta el 3,5 % en 2026. En este contexto, Paraguay destaca como un caso positivo. Fue el primer país de la región en alcanzar su objetivo anterior de inflación del 4 % y se prevé que experimente una aceleración del crecimiento en 2025, impulsada por una fuerte demanda interna. Se proyecta que el IPC crezca un 3,5 % en 2026.

Chalk identificó riesgos clave que amenazan las perspectivas de la región, los cuales, en conjunto, presentan una tendencia a la baja, en un contexto de crecimiento menor al esperado en las principales economías mundiales, lo que podría perjudicar las exportaciones, el turismo y las remesas, sumado a las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de las barreras comerciales que podrían desalentar la inversión. Además, las condiciones financieras favorables podrían revertirse si se materializan los riesgos, restringiendo el financiamiento externo, especialmente para los países altamente endeudados. Para fortalecer la resiliencia, el desafío político más urgente es la consolidación fiscal para reducir los elevados niveles de deuda pública. Esto es crucial para restablecer los colchones de política monetaria y facilitar la convergencia de la inflación, ya que la política fiscal se ha mantenido expansiva desde 2022 a pesar del ajuste monetario.

En contraste con la tendencia regional de lenta consolidación, Paraguay está implementando con éxito un plan de convergencia fiscal. Se espera que en 2026 regrese al límite de déficit del 1,5% del PIB establecido por la Ley de Responsabilidad Fiscal, por primera vez desde 2018, lo que conllevará una disminución de la relación deuda pública/PIB.

Chalk enfatizó que la disciplina fiscal de Paraguay ha sido una aliada de la política monetaria y ha contribuido a mantener una inflación estable. Paraguay mantiene una sólida perspectiva de crecimiento a mediano plazo, impulsada por la estabilidad macroeconómica y las reformas estructurales en curso que están fortaleciendo la imagen del país como un destino atractivo para la inversión. El director del FMI advirtió que el contrabando y el narcotráfico representan un obstáculo importante para el crecimiento, al socavar la inversión y la productividad. La delincuencia impone costos sustanciales a las empresas y las finanzas públicas, desviando recursos de otras prioridades. Para abordar este problema se requiere una respuesta política integral que combine la estabilidad macroeconómica, el crecimiento inclusivo, el fortalecimiento institucional y una mayor cooperación regional. (Fuente: Última Hora)