Tanto Trump como Rubio afirmaron que Washington no tenía tales planes El presidente estadounidense Donald Trump negó este viernes que su gobierno estuviera planeando ataques militares contra Venezuela, contradiciendo informes de importantes medios de comunicación estadounidenses basados en fuentes anónimas.
Consultado a bordo del Air Force One sobre dichos informes, Trump simplemente respondió: No. Posteriormente, calificó estas versiones de falsas y sostuvo que su gobierno no tiene acciones ofensivas contra Caracas en su agenda.
El Miami Herald citó fuentes anónimas del Pentágono que afirmaban que el gobierno había tomado la decisión de atacar varios objetivos militares en Venezuela en cualquier momento.
Por su parte, el Wall Street Journal informó sobre planes que tendrían como objetivo instalaciones y bases estratégicas de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB).
Asimismo, el secretario de Estado Marco Rubio, conocido por su postura intransigente contra Caracas, desestimó el artículo del Miami Herald en redes sociales, afirmando que las fuentes del periódico habían sido engañadas.
Sin embargo, Trump insistió en que los despliegues de Washington en el Caribe, que incluyen buques de la Armada, un submarino nuclear, cazas F-35 y sobrevuelos de bombarderos, formaban parte de una operación para combatir el narcotráfico.
Desde Caracas, Nicolás Maduro sostuvo que Venezuela era víctima de una guerra multifacética orquestada por Estados Unidos con el objetivo de lograr un cambio de régimen e instaurar un gobierno títere.
La semana pasada, la Fuerza Naval de Venezuela realizó ejercicios militares en zonas costeras como parte de su doctrina de guerra popular prolongada, diseñada para resistir cualquier intento de invasión.
Además, el alto mando del vecino Trinidad y Tobago puso a sus tropas en ALERTA NIVEL UNO y ordenó a todos los efectivos militares regresar a sus bases, dada la necesidad de una plena preparación operativa ante la incertidumbre en el entorno de seguridad regional.
Esta escalada se produce semanas después de que el presidente Trump admitiera haber autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, lo que Caracas ha denunciado como parte de un plan integral de desestabilización política y económica.