 Las hijas de Andrés conservarán sus títulos de princesa y el tratamiento de Alteza Real
            Las hijas de Andrés conservarán sus títulos de princesa y el tratamiento de Alteza Real        El rey Carlos III ha tomado la drástica e inédita medida de despojar a su hermano menor, Andrés, de todos sus títulos reales restantes y obligarlo a abandonar la residencia en Royal Lodge, según confirmó el Palacio de Buckingham este jueves.
Esta decisión representa la acción más contundente contra un miembro de la realeza en la historia moderna británica, motivada por la necesidad de distanciar a la monarquía de los escándalos que rodean los vínculos de Andrés con el fallecido Jeffrey Epstein, delincuente sexual condenado.
Andrés, de 65 años, será conocido ahora simplemente como Andrés Mountbatten-Windsor y pierde de inmediato los títulos de Príncipe, Duque de York, Conde de Inverness y Barón de Killyleagh, así como el tratamiento de Su Alteza Real. También se le retirarán la Orden de la Jarretera y el título de Caballero Gran Cruz de la Real Orden Victoriana.
La censura incluye el desalojo forzoso de la mansión de 30 habitaciones en la finca de Windsor donde residió durante dos décadas. Un comunicado del Palacio de Buckingham confirmó que se ha notificado formalmente la rescisión del contrato de arrendamiento, lo que obliga a Andrés a trasladarse a una vivienda privada alternativa. Se espera que el veterano de la Guerra del Atlántico Sur de 1982 se mude a una propiedad más modesta en la finca de Sandringham, en Norfolk, residencia privada del Rey. Su exesposa, Sarah Ferguson, tendrá que buscar su propia vivienda.
El palacio declaró que estas sanciones se consideraron necesarias, a pesar de que él continúa negando las acusaciones en su contra. Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más sentido pésame han estado, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso, añadió el comunicado.
El Rey Carlos actuó con rapidez tras los recientes acontecimientos, incluido el anuncio previo de que Andrés ya no usaría su título de Duque de York. La decisión de retirarle el título de Príncipe fue una gran sorpresa, ya que ni siquiera el Príncipe Harry fue sancionado. El rey Carlos utilizó su prerrogativa real para revocar los títulos mediante Reales Órdenes, evitando así una posible ley del Parlamento, que habría sido larga y arriesgada políticamente, y que los cortesanos temían que pudiera derivar en la intervención parlamentaria en otros asuntos de la realeza. Según se informó, la medida contó con el pleno apoyo de la familia real, incluido el heredero al trono, el príncipe Guillermo.
La decisión de expulsar por la fuerza a Andrés de Royal Lodge requirió arduas negociaciones, ya que su contrato de arrendamiento a largo plazo se consideraba jurídicamente sólido. Finalmente, Andrés fue persuadido de renunciar al contrato voluntariamente bajo una enorme presión, y según algunas versiones, podría haber recibido una compensación por los millones que invirtió en renovaciones.
El rey está muy interesado en proteger a las hijas de Andrés, las princesas Beatriz, de 37 años, y Eugenia, de 35, quienes conservarán sus títulos y el tratamiento de Alteza Real.