El presidente venezolano Nicolás Maduro decretó este lunes un estado de excepción por “conmoción exterior”, otorgándose plenas facultades para enfrentar lo que califica como una “agresión de Estados Unidos”. La medida, con vigencia inicial de 90 días prorrogables, autoriza el control militar de servicios públicos, industrias estratégicas y el cierre de fronteras.
“Este decreto es de efecto inmediato para darle plenas facultades al presidente Nicolás Maduro para desplegar a la Fuerza Armada en todo el país y tomar militarmente todas las infraestructuras de servicios”, explicó la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Maduro aseguró que “Venezuela jamás será humillada por ningún imperio” y advirtió que cualquier ataque de Washington desencadenaría “una guerra de proporciones continentales”. También llamó a la unidad nacional: “Toda la nación tendrá el respaldo, la protección y la activación de todas las fuerzas de la sociedad venezolana para responder a las amenazas”.
La tensión entre Caracas y Washington se ha intensificado desde que Estados Unidos desplegó destructores y aviones en el Caribe para operaciones antidrogas. El presidente Donald Trump acusa a Maduro de liderar el “Cartel de los Soles”, red vinculada al tráfico de cocaína.
El chavismo, en respuesta, ha reforzado el alistamiento de milicianos y las prácticas militares en todo el país. Sin embargo, el decreto supone una nueva limitación de derechos constitucionales y refuerza el control del Estado sobre la sociedad venezolana.